Los grandes ejecutivos de empresas minero-metalúrgicas y comerciantes de alto nivel en Cartagena y su comarca de finales del S. XIX y principios del XX culminaron sus carreras construyendo importantes mansiones en esta ciudad, fijando en ellas sus residencias y oficinas representativas como símbolo de notoriedad social, sirviéndose para ello de los mejores arquitectos que, en algunos casos, llegaron de otras regiones atraídos por la pujanza económica del momento. Se les demandan unos edificios que sean a la vez ejemplo de modernidad y exclusividad. Una de estas grandes residencias, conocida también como Villa de los Celdranes o de Versalles, fue construida hacia 1900. El primer propietario del terreno, el empresario minero luxemburgués Guillermo Ehlers y Meyer, experto botánico, creó un parque botánico en el que cultivó y aclimató nuevas especies traídas de ultramar. Fue su segundo propietario, el empresario minero italiano Camilo Calamari Rossi quien edificó la villa a finales del siglo XIX, encargándola al arquitecto Víctor Beltrí, máximo representante del modernismo en Cartagena. La propiedad fue adquirida después por el industrial Pérez Mila y, durante la posguerra civil por el minero Ángel Conesa Celdrán, quien restauró el palacete según proyecto del arquitecto Pedro Antonio San Martín Moro, dotándolo de un templete o mirador que domina la finca y permite al espectador gozar de una vista de gran extensión. Tras la muerte de Celdrán, en 1992, los herederos vendieron la finca, la cual fue adquirida en 1997 por una promotora local.
La villa representa un buen ejemplo de coalición entre la arquitectura ecléctica orientada hacia el clasicismo y la modernista.
Consiste en un edificio de planta cuadrada con dos pisos y semisótano. El superior cubre sólo el área central, quedando rodeada por terrazas balaustradas. En el segundo piso se halla la planta noble, y está coronado por un templete de ocho columnas de capiteles jónicos. La fachada principal consta de un pórtico con arcos rebajados y de medio punto, que descansan sobre columnas toscanas. Por encima de este pórtico, donde se encuentra la entrada principal del edificio, se desarrolla una galería con cerramientos de madera. Los materiales empleados en la construcción son el mármol, para el zócalo y el pórtico, y el ladrillo y la piedra artificial para el resto de los muros. Existe otro bloque anexo de una sola planta. Aún se conserva la escalera principal de barandilla modernista y la vidriera florida que la ilumina con luz natural. En el interior se conservan algunas habitaciones decoradas con pinturas de flores y pájaros. El eclecticismo de Beltrí en este edificio se orienta hacia un clasicismo que parece inspirarse en las fuentes del manierismo francés. Sin embargo, Villa Calamari pertenece al tipo de «chalet-cottage» que tanto se puede encontrar en el Cantábrico español como en la Costa Azul o la Riviera italiana.
BIC - En la categoría de Monumento, por Decreto 69/2012 de 18 de mayo.
2017 un año y medio después de la retirada de la lista roja el proceso de deterioro de la villa continúa sin que se haya tomado ninguna medida para detener su avance por lo que ante el temor de que el estado de ruina alcance un punto de no retorno que provoque el colapso del inmueble y la irreparable pérdida de un activo de nuestro patrimonio histórico, se incluye de nuevo en la lista roja
Noviembre 2015. Se empieza con la ejecución de las obras que fueron autorizadas por la Consejería de Cultura como medidas de conservación preventiva. En consecuencia se retira de la Lista Roja.
Octubre 2015. De acuerdo y en colaboración con la Jefatura de Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia, informamos sobre las actuaciones del Gobierno murciano sobre la villa:
La Dirección General de Bienes Culturales instó a la propiedad a adoptar medidas de conservación preventiva. Se ha redactado el proyecto, la DGBBCC ha dado su conformidad y se encuentra pendiente de ejecución en trámite de licencia municipal.
Mayo de 2012. Declaración de Bien de Interés Cultural
Durante la postguerra, la villa fue adquirida por un empresario minero llamado Celdrán, que se encargó de restaurar el gran jardín.
El deterioro del inmueble y sus jardines se ha acelerado desde la adquisición de éstos por parte de la actual empresa propietaria. Todos los posibles accesos se encuentran tapiados, no siendo así la cerca de la villa que ha permitido la entrada de personas de diversa índole. Tanto los jardines como los edificios se encuentran abandonados y deshabitados pero su ruina no está demasiado avanzada y se pueden recuperar.
El acceso no controlado de individuos ajenos a la propiedad favorece la ocupación por personas causantes de daños. Está sufriendo expolio, actos vandálicos, riesgo de incendios y degradación progresiva.
2022
Cultura multa a los dueños de Villa Calamari por su mal estado, La verdad, 29 de julio.
2020
Los BIC de Cartagena se sitúan entre el expolio y el Patrimonio de la Humanidad. La Razón Murcia, 23 de febrero
2019
Un informe técnico saca a la luz el grave deterioro de Villa Calamari. La Razón. 9 de junio
2017
El Defensor del Pueblo admite una denuncia por el mal estado de Villa Calamari y la Casa del tío Lobo. Cadenaser.com, 8 de enero
2016
El «abandono» de Villa Calamari llega al Defensor del Pueblo. Laopiniondemurcia.es, 3 de diciembre
2015
Villa Calamari sale de la lista de joyas del patrimonio en riesgo de desaparecer. Laverdad.es, 6 de noviembre
2012
El Palacete de Versalles, en Cartagena, declarado Bien de Interés Cultural. ABC, 25 de mayo
Villa Calamari seguirá camino a la ruina ya convertido en BIC. laverdad.es, 24 de mayo
Villa Calamari seguirá camino a la ruina ya convertido en BIC. laverdad.es, 24 de mayo
Enlaces:
Declaración de Bien de Interés Cultural
Villa Versalles de San Félix. Región de Murcia digital.