Castillo roquero fronterizo con Castilla. Documentado desde 1131, como término en el fuero de Calatayud. El rey Alfonso puso el lugar como límite de la frontera occidental aragonesa, en los años 1137 y 1138. En 1288, Alfonso III lo entregó a los unionistas. Por su posición fue conquistado a menudo por las armas castellanas, siendo fortificado por Pedro IV en 1357.
El castillo está situado sobre un promontorio rocoso que domina la población. Está formado por un recinto alargado de planta trapezoidal, de unos 30 por 20 metros. Tres de sus muros nacen directamente sobre el borde del acantilado y se refuerzan con robustos torreones rectangulares. El cuarto muro es más pequeño y está formado por una torre cuadrada de mampostería, de unos 7 metros de lado por 12 de altura. En ella se encuentra la puerta de ingreso, defendida por un foso excavado en la roca, en arco de medio punto y adornada con moldura exterior. Sobre la puerta hay tres plantas iluminadas por ventanas enmarcadas en sillares. La fábrica es mayoritariamente de mampostería, salvo en las esquinas, donde aparecen buenos sillares.
BIC
En ruinas
Degradación progresiva por abandono.