Hay muy poca información sobre el origen de este edificio. Para unos es una iglesia, para otros una rectoría o un monasterio. Al parecer fue edificado durante el siglo XIII para albergar una comunidad de monjes del Císter. El documento más antiguo que lo cita es de de 1258. En dicha fecha Pedro Lúpiz hace donación de unas casas en el lugar de Alcanicillo en favor de la Iglesia de San Bartolomé de dicho pueblo, y hace la donación en manos del Obispo de Zaragoza. Dicho documento aparece reseñado en el libro «Cabreo del Archivo de la Dignidad Arzobispal de Zaragoza», hecho en el año 1813 (folio 99). El templo, hoy en ruinas, formó parte de una construcción mayor, siendo probablemente la iglesia de un monasterio del que hoy se conservan escasos restos. La iglesia presenta estructura cisterciense, habiéndose comenzado a construir en mampostería y sillar para continuar en ladrillo a partir de la cabecera, siendo uno de los más tempranos monumentos aragoneses en los que se utilizó el ladrillo como material constructivo, suponiendo un punto de referencia para la posterior creación del arte mudéjar.
El monasterio se encuentra bajo las ruinas de un castillo.
El conjunto está compuesto por un patio con arcos ojivales y una iglesia con portada de arco de medio punto de ladrillo con capiteles de piedra adornados con rosetas flores de lis y águilas. Su iglesia conserva la cabecera con tres singulares ábsides cubiertos con crucerías, en los que se aprecian diferentes soluciones constructivas en piedra y ladrillo. La portada de los pies de la iglesia es abocinada en cinco arquivoltas de medio punto y toda ella de ladrillo. A excepción de este triple ábside, del muro de cierre y de la portada a los pies de la nave central, toda la iglesia se encuentra hundida. Hay un amplio espacio de edificaciones arruinadas que debe corresponder a las dependencias de los monjes.En la actualidad se conservan únicamente parte de la cabecera y del muro de los pies, donde se sitúa la portada.
Monumento histórico-artístico desde 1982. Bien Catalogado del Patrimonio Cultural de Aragón, por la Orden de 26-XI-2002
En la actualidad, se conservan únicamente parte de la cabecera y del muro de los pies, donde se sitúa la portada y restos de algunas dependencias. Valiosas ruinas en completa degradación por abandono. Sometidas a constante expolio.
Pérdida progresiva de las ruinas. Expolio.
Enlaces:
La ermita del Santo de Tosos Sistema de Información del Patrimonio Cultural Aragonés (SIPCA)
La ermita del Santo de Tosos Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.