Convento de San Francisco

PATRIMONIO RELIGIOSO, Conventos y monasterios

Información general

Historia:

Para su fundación cedieron el terreno y algunas edificaciones el duque de Alba, don Fernando Álvarez de Toledo y su esposa doña María Enríquez Álvarez de Toledo. El 7 de julio de 1560 aprobó el consistorio de la ciudad su erección y comenzaron las obras al año siguiente. Ese mismo año de 1561, recibió el convento la provincia descalza de San Gabriel en el Capítulo Provincial presidido por el Ministro General de toda la orden, que en aquellos momentos era fray Francisco Zamora. Los caurienses, que estaban deseosos de un conventos descalzo, celebraron una gran fiesta a la que acudieron grandes personajes como los duques de Alba antes mencionados, don Fernando de Toledo, prior de la Orden de Caballería de San Juan, su hijo el cardenal don Francisco Pacheco de Toledo, el obispo de Coria don Diego Enríquez de Almansa, el ministro provincial fray Andrés de Zafra, otros religiosos importantes de la provincia de San Gabriel, autoridades civiles de Coria y un gran número de vecinos de la ciudad. Comenzaron los frailes a residir ese mismo año en el inmueble, pero por lo exiguo del edificio debieron esperar a ampliarlo y habitar mientras en el hospital de San Nicolás de Bari de la misma ciudad. La ampliación se inició en 1563, pero por dificultades económicas se retrasó el remate. La iglesia no se terminó hasta 1621 y ello gracias a las gruesa limosnas de doña Isabel, una terciaria franciscana. El convento albergó la reliquia famosa que se reputa como “el mantel de la Última Cena de Nuestro Jesucristo”, que en el siglo XVII se encontraba en magnífico estado de conservación y en la actualidad se conserva en la Catedral de Coria. La importancia del convento creció hasta el punto de que muchos notables prefirieron enterrarse en este convento en lugar de hacerlo en la catedral. Fue centro de Estudios de Teología en el siglo XVIII y a él trasladó la Provincia en 1772 la fábrica de sayal para abastecer a todos los conventos de su demarcación.

La comunidad creció notablemente a lo largo de los siglos pasando de 16 frailes en 1587 a 37 individuos a finales del siglo XVIII, cifra que da el informe de la Real Audiencia. No obstante, los revueltos acontecimientos políticos del siglo XIX hicieron bajar la cifra de habitantes, siendo 18 los frailes que abandonaron el convento el 30 de noviembre de 1835. Previamente se habían trasladado a él religiosos, animales, enseres y libros desde otros conventos.

Desgraciadamente al abandonarlo los frailes el inmueble fue asaltado, saqueado y destruido de tal modo que en 1847 estaba ya casi totalmente arruinado. El diccionario de Madoz al describir la ciudad cita el arrabal conocido como San Francisco o Cantarranas donde persistía aún el convento en ruinas, que había nominado al barrio.

Descripción:

A las afueras de la ciudad de Coria, a unos trescientos metros de la muralla, junto a la calzada real y no lejos del acueducto romano, se encuentran los restos del convento de San Francisco, perteneciente a la rama descalza. Junto a él discurre el antiguo camino que conducía a Calzadilla. En la actualidad se conservan parte de los muros originales, dos crujías del claustro, formadas por arcos de medio punto sobre columnas hechas con ladrillo macizo, y la parte baja del refectorio, que muestra un recrecido con ladrillos huecos. El resto del edificio se encuentra en avanzado estado de ruina con estructuras añadidas a los restos originales.
Los pocos restos que quedan son de muros de mampostería y bóvedas de crucería que soportaban la planta superior desaparecida.

Grado de protección legal:

Protección integral

Estado de conservación:

Estado de Ruina en entorno degradante.