El Castillo de Azagala fue levantado en el siglo XIII, tras la reconquista definitiva de Alburquerque y sus alrededores, con la misión de consolidar la defensa frente a los musulmanes del sur, así como servir de protección en las contiendas con la vecina Portugal. Se baraja la posibilidad de que, sobre la cresta rocosa, existiera una fortificación musulmana anterior destinada a la defensa norteña de la ciudad de Badajoz, pero ni es mencionada por ningún escrito contemporáneo a la reconquista de la zona, ni queda resto alguno de ella.
Probablemente fuera la Orden de Alcántara la que asentase las primeras bases de la nueva fortaleza, que desde entonces pasaría por varias manos de distintas familias de nobles e incluso por la familia real. Tras la muerte de Don Álvaro de Luna, la Orden de Alcántara recuperará esta antigua posesión en 1461, haciendo de su Encomienda una de las mejores del Priorato, tras haber sido asaltada y convertida en hogar del Clavero de la Orden, Don Alonso de Monroy, que residirá en ella hasta su muerte en 1511.
En el siglo XVI el castillo fue restaurado y acondicionado a las novedades militares, incluyendo numerosas piezas de fuego nuevas. En el siglo XVII sufrió asedios durante la Guerra de Restauración de Portugal, y a comienzos del siglo XVIII durante la Guerra de Sucesión española.
En 1746, bajo el reinado de Felipe V, Don José Gómez de Terán y Delgado fue nombrado marqués de Portago, y en 1750, ya bajo el reinado de Fernando VI, compró la Encomienda de Azagala, una vez desmembrada de la Orden de Alcántara.
El castillo fue convertido en centro de explotación agropecuaria, manteniéndose la fortaleza en buen estado y uso durante el siglo XIX. En el siglo XX su abandono fue en aumento, convirtiéndose en refugio de maquis tras la Guerra Civil. En 1992, tras la jubilación del guarda de la finca donde se encuentra, el castillo quedó completamente deshabitado, abandonado a la ruina y el expolio.
Recia obra militar de estructura alargada a fin de adecuarse a la agreste crestería sobre la que se asienta, en la que sobresale su poderosa torre del Homenaje. Está construido en mampostería, sillarejo y sillares.
BIC
Parte de él convertida en vivienda. Tiene varias cubiertas hundidas, muros de sillares abatidos, almenas y torreones desmochados y bóvedas interiores en peligro de derrumbamiento.
Progresiva ruina. Peligro de hundimiento. Expolio. No se ha acometido inversión alguna para su conservación.