Las murallas renacentistas de Altea fueron construidas por Cristóbal de Palafox Rebolledo, marqués de Ariza y señor de la baronía de Altea, tras la expulsión de los moriscos en 1609. Posteriormente se encomendaron a Cristóbal Antonelli, ingeniero militar de Felipe II, y se finalizaron en la primera década del s. XVII.
El recinto renacentista de Altea conserva el trazado fundacional de 1617, con algunas de sus puertas de acceso al recinto fortificado. La iglesia del Consuelo, construida a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, se encuentra sobre las trazas de la iglesia original del siglo XVII, dando carácter al conjunto de Altea. Se mantienen edificios de la época fundacional y una muy buena arquitectura de los siglos XVIII y XIX en varias calles. Algunos ejemplos son la calle Fondo (en la calle Fondo nº 8, el edificio que mantiene la parcelación fundacional del siglo XVIII se encuentra adosado a la muralla, sin perforaciones en ella), la calle Concepció nº 5, donde se ha descubierto un horno de la época fundacional, el Portal Nou (segunda de las dos puertas que se conservan), o la denominada Puerta del Mar, que se abre a mediados del siglo XVIII.
BIC
Tras su declaración como Bien de Interés Cultural en 2013, se ha llevado a cabo un proceso de señalización mediante cartelería, trípticos y rutas.
El desarrollo urbanístico ha mermado los restos de la muralla. Aún así, el lienzo norte está prácticamente completo, el este se encuentra en un estado recuperable, y se conservan los restos del baluarte del castillo en la esquina de la plaza. Han desaparecido los elementos singulares: castillo —casi en su totalidad—, Casa de la Señoria y Casa del Consell i Presó. En muchas ocasiones los lienzos de encuentran ocultos por edificaciones y viviendas.