La iglesia de Sant Miquel fue la sede de una canónica aquisgranense fundada posiblemente por Ermengol I d’Urgell a principios del siglo XI. Poco después, una vez muerto Ermengol I en Córdoba, el establecimiento recibió varias donaciones de Ermengol II y los condes de Barcelona. A finales de ese siglo consta que se estaba construyendo una iglesia nueva. En 1111 la canónica de Àger y su priorato de Montmagastre adoptaron la regla de San Agustín. En 1162 el papa Alejandro III emitió una bula donde confirmaba los bienes de Àger, entre los cuales este priorato. Cuando en 1592 la colegiata de Àger fue secularizada, el priorato de Montmagastre fue suprimido convirtiéndose en parroquia, título que mantuvo hasta que fue abandonada, ya en el siglo XX.
Queda en pie el campanario y el ábside románico, de considerable altura. La Iglesia es de una sola nave y conserva parte de la bóveda de cañón ligeramente apuntada. La cabecera con el ábside semicircular parece estar construido sobre una estructura preexistente. En esta parte se conservan grabados medievales que representan un águila, una lanza, una corona, guanteletes. La puerta de acceso al edificio es de medio punto y se abre en el muro de poniente. Bajo la nave hay una estancia independiente, la cripta.
Sin protección específica
El conjunto se encuentra en estado de ruina.
Desaparición total del bien.