Se puede fechar la construcción de este conjunto defensivo en el siglo XIV, o bien principios del XV, en el contexto de la Guerra de los Dos Pedros que enfrentó a los reyes Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón. La contienda afectó directamente al Señorío de Molina por ser tierra fronteriza entre ambos reinos.
El conjunto se encuentra muy modificado por el añadido de edificaciones en épocas posteriores a su construcción, así como por la apertura de nuevos vanos en sus muros. Levantado a base de sillarejo y mampostería —a excepción de los vanos de entrada y aspilleras—, presenta planta poligonal y cierra todo su contorno con un muro que se sobreeleva en la puerta de acceso y en el edificio principal. La única puerta de acceso abre en arco gótico apuntado y está formada por grandes dovelas de piedra sillar clara. A su alrededor, tanto en la parte alta como en la baja, se observan en los laterales pequeños vanos cuadrados que tendrían funciones eminentemente defensivas. A media altura de ambas jambas se abren dos pequeños agujeros, típicos en las puertas de casas fortificadas que servían para defender la entrada y acosar desde ellos a los atacantes que pretendieran acercarse a la misma. La casa principal presenta planta rectangular, dividida en dos pisos y cubierta con tejado a doble vertiente, con su fachada posterior sirviendo de defensa en esta parte del cerramiento. La puerta presenta la misma forma en arco apuntado que la anterior, también construida a base de piedra sillar clara.
BIC
Abandonado y en estado ruinoso. En la actualidad sirve como corral para el ganado.
El estado de completo abandono favorece los hundimientos y el deterioro propio de elementos climáticos y naturales.