El castillo de La Alberguería de Argañán se encuentra en un extremo de la localidad del mismo nombre, en la provincia de Salamanca, a 120 kilómetros al suroeste de Salamanca junto a la frontera de Portugal. Esta localización lo ha hecho tradicional partícipe de los conflictos de frontera desde su construcción.
La mayoría de las referencias al castillo de Alberguería datan su construcción a finales del siglo XV, pero en el Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo se conserva un documento fechado en Mérida el 16 de agosto de 1474 en el que se dice que el rey Enrique IV, en agradecimiento a los servicios prestados por su montero mayor, Esteban Pacheco, concedió la jurisdicción del lugar a su yerno Alvar Pérez Osorio a fin de que fuera repoblado. Alvar estaba casado María Pacheco, cuarta Señora de Cerralbo, la cual ya poseía la fortaleza de Alberguería. Por lo tanto, esta ya existiría a mediados del siglo XV, siendo muy probable que se construyera a finales del siglo XIV dado que hay constancia de la posesión de los Pacheco desde al menos 1376.
En el año 1643 el gobernador de la Beira (Portugal), Álvaro de Abrantes, atacó La Alberguería, se apoderó de ella y le prendió fuego, pero no pudo rendir su castillo —al parecer porque contaba con artillería—, retirándose a Alfayate después de talar la campiña y llevarse el ganado. En la primavera del año 1652 los portugueses entraron nuevamente por el campo de Agadones, saqueando e incendiando Cespedosa, El Sahugo y Martiago. Un año después se pidió dinero al Consejo de Guerra para acometer tareas de reparación de la fortificación, a lo que éste respondió con una declaración de intenciones sin fecha de compromiso según la cual el dinero solicitado sería remitido cuando el estado de la hacienda lo permitiera. El 12 de marzo de 1660 los portugueses invadieron el campo de Argañán con 6.000 infantes y 800 hombres a caballo, y tomaron el castillo de Alberguería. En consecuencia, fue nombrado general de esa frontera el duque de Osuna, quien un año más tarde reunió sus tropas en Ciudad Rodrigo para recuperar el castillo. Lo lograría en seis horas de asedio, tras lo que el Rey, mediante despacho real, ordenó la restauración de la plaza. Sin embargo, parece que se perdería de nuevo frente a los portugueses, pues existe constancia escrita de que los ejércitos de la Monarquía tomaron Valdelamula en el año 1664, recuperaron Alberguería de Argañán y conquistaron Escalona, fracasando en la toma del fuerte de Almeida.
En febrero de 1665, un violento temporal de lluvias arruinó buena parte de las fortalezas de la raya de Castilla y Extremadura, causando importantes destrozos en la plaza de Alberguería.
El castillo de La Alberguería es de forma trapezoidal, y posee torreones en sus esquinas.
En una carta, fechada el 13 de diciembre de 1643, Urbán de Ahumada describía el castillo de Alberguería al Rey diciendo que ya por entonces se trataba de un viejo castillo construido de argamasa, sin foso y situado sobre una peña, aunque en un llano rodeado de eminencias a tiro de arcabuz, y que permitía que el enemigo lo arrasara con medios cañones por carecer de terraplén y posibilidad de tenerlo. Contaba con cuatro cubos y una barbacana que los unía con nueve medios cubillos con la torre del homenaje. La puerta del castillo estaba fortificada con una media luna y estacada. Tenía dos piezas de bronce de dos libras y media de bala, otras de bronce más pequeñas y cuatro pedreros de hierro, siendo incapaz de alojar artillería más pesada. La fortaleza mantenía una de guarnición 290 infantes.
Los muros del castillo son de mampostería de granito y refuerzan sus esquinas con sillería.
BIC
Abandonado y en estado ruinoso. En la actualidad sirve como dependencias agrícolas y varias viviendas se encuentran insertas en el castillo.
El estado de completo abandono favorece los hundimientos y el deterioro propio de elementos climáticos y naturales.
Enlaces
El castillo de Alberguería web del Ayuntamiento de Alberguería de Argañán.
El castillo de Alberguería blog Castillos Net.
Bibliografía
VV.AA. Castillos de España (volumen II). Editorial Everest, S.A: León, 1997. Pgs. 1.058-1.059.