Del templo de Santa Marina únicamente permanece en pie la torre de la iglesia, construida en los siglos XII-XIII en estilo románico-mudéjar. La iglesia aparece citada por primera vez en 1247 en el documento fiscal del cardenal Gil de Torres. En el siglo XVII fue sepultado en ella el cronista Antonio de Herrera y Tordesillas. El pintor catalán Parcerisa la dibujó en el siglo XIX, siglo en el que fue desamortizada, lo que agravó su estado de conservación. En 1889 ya había pasado a manos particulares. Sus propietarios derribaron el conjunto, a excepción de la torre.
La torre se localizaba adosada al norte de la cabecera de la iglesia, derruida y sustituida por una vivienda particular. Es de planta cuadrada y se compone de tres cuerpos, faltando un cuarto destinado a campanario. El robusto cuerpo inferior está formado por cajones de mampostería encintados por verdugadas de ladrillo; en este cuerpo el ladrillo también se utilizó para reforzar los esquinales y para formar en el costado oriental una ventana y un acceso, ambos de medio punto y actualmente cegados. En los cuerpos segundo y tercero encontramos, en cada costado, una pareja de arcos ciegos doblados de medio punto.
La iglesia de Santa Marina contó originalmente con tres naves, rematadas con ábside semicircular la central y testero recto las laterales. Posteriormente, pero aún en época románica, se le añadió una galería porticada al sur.
Forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Villa de Cuéllar desde 1994.
Abandono.
Degradación progresiva. Desprendimientos y hundimientos. Hiedras en uno de los lados que debilitan su estabilidad.
Bibliografía
De la Garma, D. Rutas del Románico en la provincia de Segovia, Castilla Ediciones, pág. 194, 1998.
Herbosa, V., El Románico en Segovia, Ediciones Lancia, pág. 48, 2005.
VV. AA., Enciclopedia del Románico en Castilla y León. Segovia, Vol I, Fundación Santa María la Real, págs. 612-615, 2007.