El Canal de Manzanares es un canal fluvial de navegación, que pretendía unir por agua Madrid y Aranjuez, para tener salida al río Tajo, y por tanto al mar. Fue soñado desde tiempos de Felipe II, aunque el proyecto sólo vio la luz con la Ilustración, dentro de las obras públicas que acometió Carlos III. Las obras se extendieron hasta Fernando VII y en su diseño participó Isidro González Velázquez, discípulo de Villanueva y arquitecto del rey. El Canal, que se extendía desde Madrid a Rivas-Vaciamadrid, fue utilizado durante un periodo de 30 años con Isabel II. Con la llegada del ferrocarril el proyecto quedó obsoleto, acabando con el sueño de acercarse al ansiado mar. Sin embargo, el proyecto tuvo una realidad de la que todavía quedan importantes restos, a pesar de que una parte haya sido destruida.
Fue una infraestructura que alcanzó 20 km de extensión, con 10 esclusas, una cabecera, un embarcadero en Madrid, y casas de personal y de mantenimiento, aprovechando la fuerza hidráulica para molinos. Su uso principalmente se dedicó al transporte de materiales de construcción, aunque cabe citar como curiosidad que el molino de la primera esclusa molía mármol para las porcelanas del Buen Retiro. El Canal conserva en su recorrido varias esclusas, edificios auxiliares y el propio cauce en gran parte del trazado, y en algunos tramos todavía lleva agua. Se han llevado a cabo estudios desde la Universidad Politécnica con objeto de documentar y proteger el bien.
Sin protección específica - El tramo de Madrid se encuentra amparado por su situación en el Parque Lineal del Manzanares.
2011: Emerge el Canal de Manzanares. Las obras del AVE a Valencia sacan a la luz la quinta esclusa del trazado fluvial Madrid-Aranjuez del siglo XVIII. En El País.com, el 10 de marzo de 2011.
El cauce está parcialmente conservado (aprox. unos 12 km). En buen estado se encuentran: 2 esclusas, 2 puentes, 1 casa de peón de esclusa, 1 aliviadero y 1 pozo; parcialmente conservados o en ruina: 2 casas de esclusa, 1 casa de administración y 2 esclusas; en estrato arqueológico (estado de conservación desconocido): 3 esclusas.
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Deterioro progresivo por abandono. Destrucción por la construcción de instalaciones para los Juegos Olímpicos, el AVE a Levante, canalización del arroyo de los Migueles y obras públicas planificadas. Desde el año pasado la parte que aún lleva agua se ha visto contaminada gravemente.