Según Pascual Madoz, el pueblo se componía de tres aldeas llamadas Farballes, Cureses y Torigueros. La iglesia parroquial de San Vicente Mártir se situaba en este último. El mismo Madoz recogía en su Diccionario, publicado a mediados del siglo XIX, que de la parroquial «solo existe un pedazo de torre». Durante los fines de semana y en periodos vacacionales, el pueblo es habitado en la casa contigua a la espadaña.
Realizada en ladrillo mudéjar y con una hermosa tronera de la que pendía una campana, todavía conserva buena traza pese al paso del tiempo y al abandono. En la parte baja de la espadaña, que correspondería con el muro de la nave, aún se puede observar una especie de rosetón realizado con los ladrillos en forma decorativa, mientras que del resto de la nave de la iglesia apenas queda la pared de la derecha.
Sin protección específica
Recientemente se han realizado unas rutas de senderismo vitivinícola desde Valdevimbre, para revitalizar el turismo de la zona. La Ruta nº 1 pasa por Farballes.
Abandonada y en ruina progresiva con acumulación de vegetación. Se usa como cochera o protección para vehículos. Una deteriorada alambrada rodea el conjunto para evitar daños por desplome.
Pérdida del edificio ayudada por el abandono del mismo y la acción de la vegetación, con desgaste continuado de sus muros por las inclemencias del tiempo. Expolio de piezas.