Su fundación debe ser anterior a 1685, fecha de la inscripción de la cruz, y la destrucción de esta como una primera ruina de la iglesia podría datar de la Guerra Civil.
Ermita dentro de un cortijo típicamente almeriense con molino propio y bandales, al lado del río Nacimiento y enfrente de la barriada de La Heredad, en la otra margen del mismo río. La capilla se encuentra cerrada, pero se aprecia que es de una sola nave, con una pequeña torre-campanario cuadrada. Frente a su fachada se encuentran los restos de una cruz, de estilo muy parecido a las del Sacromonte (Cerro de Valparaíso) de Granada, desmontada a excepción de su base, pero cuyos restos se encuentran a sus pies y podrían ser reconstruidos, parece que en su totalidad, tras su destrucción en la Guerra Civil. Su altura pueden llegar perfectamente a los 5 m si se reconstruye.
Entre estos restos se encuentra una inscripción, que data de 1685 y que se intuye es posterior a la construcción de la ermita. La inscripción dice: «Para honra y gloria de Dios, Nuestro Señor, y su Bendita Madre, hicieron esta Santa Ermita los Hermanos del Santo Cristo de la Vía Sacra, con la limosna de los bienhechores, siendo Hermano Mayor Gaspar de Ignacio y escribano Bernabé de Palomares, año de 1685». El material es de primera calidad, como la inscripción.
La originalidad de este conjunto se encuentra en que este tipo de cruces en la provincia de Almería y en los llanos de la Calahorra (Granada) son prácticamente inexistentes, añadiéndole interés a su protección y reconstrucción.
Además, la ermita responde a un ejemplo de arquitectura vernácula que nos atrevemos a calificar de único. Su originalidad procede de la combinación o simbiosis de dos tradiciones claras: la primera, las iglesias y capillas de carácter rural granadino (caso de la de Tablate, de finales del XVI) y almeriense, también rurales, pero más pobres y ligadas a cortijos (la del Cortijo del Fraile es paradigmática de este tipo, aunque podríamos citar la ermita de Febeire en Velefique o la derruida capilla de los baños de Alfaro). A esta primera originalidad, se añade el carácter excepcional de combinar un barroco rural con un tejado de aleros o lajas de pizarra. Ésta es una característica única en la zona que le añade un valor endémico de singular importancia, ya que la arquitectura vernácula de la zona (Sierra de los Filabres) se compone de medianas lajas de pizarra en los tejados dispuestas a modo de escamas. En la ermita del Santo Cristo de la Heredad es un ejemplo material único de un barroco local, ligado a la Sierra de los Filabres.
Sin protección específica
Ruina progresiva, el campanario se muestra en buenas condiciones; no así la nave, cuyo tejado de aleros de pizarra está a medio caer y necesita de una intervención urgente. La cruz de la entrada se encuentra destruida desde su base pero con las piezas que la componen conservadas a sus pies en un estado aceptable, y parece que al completo.
Riesgo de derrumbe.