En 1922 se adquirían los 68.000 m2 de suelo para realizar el proyecto de la fábrica por parte del equipo de ingenieros de la compañía arrendadora de tabacos, integrado por José Guerra, Carles Dendariene, José Gasset y José Delgado, bajo la dirección de Francisco Bastos y Ansart.
En 1923 se ponía la primera piedra. Siguieron las obras bajo la dirección del ingeniero José Tulla Planellas. La primera dificultad apareció en la excavación, dado que el sector Noroeste se encontró una necrópolis romana paleocristiana que retrasaría las obras. En 1928 el ministro de Hacienda José Calvo Sotelo visitaba Tarragona y, valorando el hallazgo, mandaba construir el Museo, cuyo proyecto se debe a Lorenzo Rosell y el sacerdote Serra Vilaró. Este último se convirtió en su primer director.
El mismo año 1923 se produjo una inundación debido a una crecida del río Francolí, y no sería hasta 1932 que, habiendo reparado la fábrica, entraría en régimen de producción. Durante los años 1936-1939 se trasladó maquinaria y personal a Sabadell y Vic.
El equipo de ingenieros mencionado más arriba, dirigido por Francesc Bastos y Ansart, fue el autor del proyecto fabril, cuyas obras dirigió con posterioridad el también ingeniero José Tulla Planellas. La parte constructiva correspondiente a la fachada que mira el río se encargó al arquitecto Miquel Quesada y Navarro, con la premisa de que la decoración fuera de estilo clásico.
En julio de 2005 el Ayuntamiento de Tarragona adquirió las instalaciones de la Tabacalera, a la multinacional Altadis, que permaneció en funcionamiento hasta el 2007. Los módulos de la Av. Vidal i Barraquer fueron habilitados como equipamientos municipales, construyendo en un fachada un jardín vertical.
En enero de 2016 se crea una plataforma ciudadana formada por asociaciones y personas individuales que proponía convertir el módulo 6 de la fábrica en un centro social autogestionado.. El grupo ocupó simbólicamente el espacio durante dos días realizando actividades y denunciando su estado de abandono por parte de la administración municipal.
Ninguno de los proyectos culturales planteados para este conjunto han sido realizados.
La Tabacalera de Tarragona es un conjunto industrial de la ciudad que fue muy relevante para su crecimiento urbano en el siglo XX. El arquitecto Roberto Navarro y el ingeniero Miguel Quesada la construyeron entre 1922 y 1931, con la colaboración del arquitecto gaudinista Francisco Quintana. Es un conjunto de enormes dimensiones, compuesto de varios edificios situados en torno a una plaza. En la entrada principal tenemos un cuerpo decorado con motivos clásicos, una obra de Miguel Quesada. La puerta está enmarcada por un par de pilastras que la unen a los dos cuerpos laterales. Además, este cuerpo de acceso dispone de tres esculturas en la cima, a través de un muro-cierre con tres arcos de medio punto que poseen reja de hierro y una balaustrada decorada con cuatro copas. Los sillares y la piedra artificial dan lugar a los paramentos verticales, con pilastras adosadas y rematadas con capiteles florales. En los edificios principales, la planta baja nos enseña una sucesión de ventanas con arcos de medio punto, mientras que en el piso superior las ventanas son adinteladas. Las fachadas están coronadas por un entablamento arquitrabado, junto a frisos, cornisas, frontones y estatuas en la parte más elevada.
Bien de Interés Local - BCIL - DOG
Abandono y deterioro por vandalismo. Los módulos de la Av. Vidal i Barraquer han sido acondicionados como equipamientos municipales, pero sólo representa una parte conjunto
Abandono y deterioro por vandalismo
2018
El proyecto de Tabacalera deberá esperar hasta finales de año. Diari de Tarragona, 10 de octubre
Enlaces:
El Patrimoni Catalá. Generalitat de Catalunya, Gencat.cat
Bibliografía
Buqueras Bach, J. M. Arquitectura de Tarragona. Siglos XIX y XX, 1980