Fundado tras la conquista de Úbeda por el Rey Fernando III en 1233, en la zona extramuros, fue uno de los más antiguos de la ciudad, en los siglos XV y XVI experimentó fuertes remodelaciones. En este recinto se estudiaba filosofía y fue el archivo de la ciudad hasta 1808. Sufrió graves daños en la guerra de la Independencia, fue convertido en cuartel y saqueado y expoliado por las tropas francesas, quedando prácticamente en ruinas hacia 1815, como así lo atestiguan los documentos. Tras la guerra, su iglesia fue reconstruida en estilo neoclásico, con los restos de la iglesia del siglo XVI y con donativos de los fieles. Con la desamortización eclesiástica de 1836, fueron expulsados los franciscanos, y el convento fue subastado, desde entonces se ha ido deteriorando hasta arruinarse, aprovechando su solar y su iglesia para construir casas y un molino de aceite. En 1990, uno de sus claustros fue demolido ilegalmente. En el año 2005; se iba a proceder a derribar los restos de su iglesia, muros y portadas, pero gracias al Ayuntamiento de Úbeda se paralizó su demolición y se restauró su entrada principal.
De él se conserva una portada muy sencilla, con arco de medio punto y en su interior los restos de una capilla de una sola nave, permanecen importantes restos de la nave de la iglesia conventual, (donde quedan alojadas grandes tinajas de barro), así como parte del perímetro de la clausura, con sus artísticas portadas de estilo grecorromano y algunos arcos de diversas capillas funerarias y enterramientos de la alta nobleza de la ciudad.
Sin protección específica
Ruinas de la iglesia neoclásica, que paulatinamente se van deteriorando sin que nadie haga nada por ellas, cubriéndose vegetación.
Abandono del edificio. Si no se actúa pronto, corre el riesgo de desaparecer sus interesantes restos ornamentales. En su solar aún se conserva muchos secretos históricos.
Enlaces
Convento de San Francisco de Asís. ApplicaJaén
Bibliografía
Almansa Moreno, José Manuel. El convento de San Francisco de Úbeda. Boletín del Instituto de Estudios Giennenses, Nº. 191, 2005, págs. 187-222