Esta obra fue realizada por Francisco de Luna y Esteban Jamete entre 1.546 y 1.550, encargada por Sebastián Ramírez de Fuenleal, obispo de Cuenca (1542-1547) para proyectar esta monumental puerta de comunicación de la Catedral con el claustro catedralicio que lo consagra como importante artífice del Renacimiento español.
El Arco de Jamete constituye un magnífico frontispicio construido como portada a la entrada principal de acceso al claustro, y está considerada como una de las obras maestras, una pieza estrella del Renacimiento en España y Europa en el interior de un edificio. Tras la portada creada por este Arco de Jamete se configura una especie de capilla con bóveda elíptica, dos nichos laterales, uno a cada lado, y la portada del claustro en el fondo.
BIC - Bien de Interés Cultural
Experimenta un proceso de salinización de la piedra que sigue imparable desde inicios del siglo XX cuando se cayó sobre él parte de la torre del Giraldo, destruyendo la techumbre y la cúpula que poseía y dejando a la intemperie y a las inclemencias del tiempo todo el conjunto arquitectónico. En el interior del arco, parte de la obra ya ha perdido el volumen de sus formas. La obra está amenazada por la humedad y el mal de la piedra, además los casetones del arco de Jamete siguen esperando más de un siglo a ser recolocados tras el hundimiento de la torre del Giraldo.
Sufre un proceso de salinización imparable. Parte de la obra ya ha perdido su forma.