El fuerte de San Carlos fue construido en el año 1764 por Narciso Vázquez Nicuesa, en honor a Carlos III. Este fuerte se construyó con el fin de unir los fuertes de San Miguel y Victoria Chica. En 1773, debido a su debilidad estructural, el ingeniero Juan Caballero propuso una transformación del fuerte en un baluarte, dotándolo de más medios. La obra terminó en 1776, convirtiendo el fuerte en un baluarte con seis cañoneras y explanadas para dos morteros, con parapetos, comunicación subterránea y añadiendo el foso con puente levadizo.
En el año 1867, Francisco Roldán propuso otra modificación del fuerte para aumentar su potencial, pero estas obras no se llevarían a cabo. No será hasta 1920 cuando se produzca una intervención en este fuerte y acabe convirtiéndose, junto al barrio que le rodea, en un barrio marginal con viviendas clandestinas.
El fuerte es de planta cuadrada, muy importante para defensa de la ciudad de Melilla. Los materiales utilizados para su construcción fueron el barro y la piedra, utilizando la forma de trapecio con defensas frontales al fusil. Contaba con un foso y un puente levadizo. Se unía con el fuerte de San Miguel a través de una pared y con el fuerte de Victoria Chica a través de un simple escarpado de tierra.
BIC - Bien de Interés Cultural
Presenta muy mal estado, al tener partes derruidas como sus garitas y algunas cañoneras por la construcción de edificaciones recientes.
Viviendas ilegales que lo amenazan, abandono de la administración.
Bibliografía
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Bravo Nieto, A.: Guía de Melilla, EDITORIAL EVERGRAFICAS S.L., León, 2002.
Moreno Peralta, S., Bravo Nieto, A. y Sáez Cazorla, J.M.: Melilla la Vieja Plan Especial de los Cuatro Recintos Fortificados. EDICIONES SEYER, 1990.
Villaba González, M.: Colección cartográfica de mapas, planos y dibujos de melilla, Archivo General de Simancas (1564-1797). Imagraf, 2012.
VV.AA.: Melilla Guía Turística, Galland Books, 2012.