Según Guinot y Selma (2005), el nombre del molino proviene de la institución que durante varios siglos fue su propietaria, el convento de Santo Domingo de los Dominicos de Valencia. Se encuentra construido sobre el cauce de la acequia de Petra, uno de los tres brazos en los que se organiza la acequia de Mestalla, siendo el primero situado sobre su trazado.
Probablemente tenga su origen en la época islámica pero aparece ya documentado en el siglo XIII en manos de Pere Mercero, ciudadano de Valencia. Entre los siglos XV y XVI fue conocido como molino de Gámir, en referencia al apellido de la familia propietaria de la época, y a finales del XVI se produjo la compra por los monjes del convento de los Dominicos. En las Ordenanzas de la Acequia de Mestalla del 1771 se le identifica con dicha propiedad, y también aparece en los inventarios de molinos de Valencia del siglo XIX. A mitad de dicho siglo fue vendido en pública subasta a particulares como parte de los bienes religiosos desamortizados por el Estado español. El molino estuvo en funcionamiento hasta finales del siglo XX.
Forma parte de un conjunto más grande de una antigua alquería con dependencias y almacenes anexos, los cuales además se fueron modificando a lo largo del siglo XX. Estas obras, a partir del 1940, probablemente eliminaron buena parte del molino original, pero sería necesario un trabajo arqueológico y arquitectónico para identificar correctamente sus partes y antigüedad.
El arquitecto Miguel del Rey, en una página de su blog, lo describe así: «el molino está constituido por un conjunto amplio de edificios de diferentes épocas, entre los que destaca el cuerpo original, un edificio de dos crujías, cubierta en un agua y de origen tardo medieval, que a lo largo del tiempo ha tenido grandes transformaciones, siendo la más importante la que se puede centrar en los últimos años del siglo XVI o comienzos del siglo XVII, época a la que corresponden las escenas de la batalla de Salsas allí pintadas que se pueden fechar al siglo XVII. Las paredes cuentan con pequeños detalles de ornamento.»
En cuanto a las escenas mencionadas, se trata de un mural descubierto en 1994 por el historiador Eduard Pérez Lluch, donde se representa la batalla de 1640 con las tropas de Felipe IV, en la ciudad francesa de Salsas. El mural llamó la atención de la Generalitat y de la directora general de Patrimonio, Carmen Pérez.
BIC - Bien de Interés Cultural
El estado de conservación del edificio es ruinoso en algunas partes. Las cubiertas están abandonadas y el deterioro que se prevé en poco tiempo es devastador. El mural se encuentra actualmente en buen estado debido a la actuación que se produjo hace veinte años. En la actualidad está hospedado por unos jóvenes ocupas que se han establecido en las instalaciones del molino.
El valor patrimonial arqueológico y artístico es de un interés social y cultural de extremada riqueza.
Enlaces
Adiós a la última garita del Molí de Frares. carmencarcel.
El molí dels Frares de Campanar. valenciacuriosa.
Web Patrimonio Industrial Arquitectónico. patrindustrialarquitectonico.
Bibliografía
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Muñoz, Arancha. Plan de Acción Territorial de Protección de la Huerta de Valencia. Versión Preliminar. Memoria de Ordenación. Anexo. Fichas de Elementos de Arquitectura Hidráulica. Índice de Fichas, Generalitat Valenciana, 2008, p. 169.
Pla d’Acció Territorial d’Ordenació i Dinamització de l’Horta de València (PAT de l’Horta). Catàleg annex. Element Patrimonial Generalitat Valenciana, 2018, pp. 453 – 455.
Revisió simplificada del Pla General de Valencia: Catàleg de Béns i Espais Protegits de natura rural, 2013, pp. 86-90.