Chalé de José Rodríguez-Maribona

PATRIMONIO CIVIL, Palacios

Información general

Historia:

La construcción de este edificio fue promovida por el indiano José Rodríguez-Maribona y García-Barbón, que tras su estancia en Cuba regresó a su ciudad en el año 1878. En ese momento, el barrio de Villalegre estaba experimentando un marcado crecimiento con la edificación de viviendas y espacios de ocio creados con capital indiano.
Con la intención de iniciar la construcción de su futura vivienda, José Rodríguez-Maribona adquiere un terreno de más de 5.000 metros cuadrados en este barrio. La construcción se va a inspirar, notablemente, en la residencia que su hermano había erigido en La Texera, junto a la fábrica de Curtidos fundada por la propia familia. De su diseño y posterior edificación se encargaría Armando Fernández Cueto.
Tras la quiebra de la Banca Maribona y hasta la actualidad, la vivienda ha pasado por dos propietarios más, que la adquirieron en la década de los años treinta y en la de los setenta respectivamente. Tras un proceso progresivo de abandono y deterioro todo el conjunto ha sido reaprovechado para usos agropecuarios.

Descripción:

Esta construcción, de planta cuadrangular, está situada en la parte central de una parcela emplazada en el barrio avilesino de Villalegre. El edificio tiene, al exterior, tres alturas y un espacio abuhardillado de bajocubierta, separadas entre sí mediante impostas sobre las que se asientan los vanos principales. Todos ellos están rematados por frontones triangulares y, en su lado sur, se dispone una amplia galería de madera y vidrio para aprovechar la luz natural de esta orientación.
El perímetro de los aleros está ornamentado con decoraciones caladas realizadas en madera, como si de una pieza de encaje se tratase. En los costados Norte y Sur se abren sendos hastiales que incorporan elementos decorativos y que forman estancias abuhardilladas, cuya disposición también se traduce a las cubiertas de la casa.
Una de las singularidades más evidentes de todo el conjunto es la pasarela de madera y hierro forjado que une la planta y el acceso principales (segunda altura), con la principal vía de comunicación de su perímetro (la calle de Santa Apolonia). Este peculiar acceso salva el desnivel propiciado por el talud de la citada carretera, a la vez que permite la instalación de dos rampas laterales que, en forma de U, facilitan el tránsito hacia la zona ajardinada. Por este motivo se conoce al edificio, popularmente, como «la casa del puente».
La finca cuenta, en su extremo posterior, con una construcción auxiliar adosada al muro de cierre destinada a cochera, cuadras y cenador. En sus inmediaciones también se dispone un palomar, de la misma manera que sucede en casas de similares características dispuestas en el entorno, como el chalet La Perla (con el que guarda importantes similitudes estéticas). La casa contó con una muy cuidada iluminación y con todo tipo de servicios, como el suministro de agua corriente, cuartos de baño, tabiques móviles, lavaderos y una red de caminos y pérgolas con rosaledas que comunicaban los accesos a la parcela y a la vivienda.

Grado de protección legal:

Protección integral en el Catálogo Urbanístico de Protección del Ayuntamiento de Avilés

Estado de conservación:

El estado de conservación que presenta el edificio es claramente deficiente. Las principales afecciones se concentran en las cubiertas, que ya se han perdido en buena parte de la casa. Tras sufrir varios incendios y debido a las inclemencias meteorológicas, el interior ha quedado notablemente dañado y se han perdido todos los bienes muebles (incluidas las escaleras). A consecuencia de los desprendimientos del tejado, también se encuentra gravemente dañado el hastial Sur, que amenaza con caerse y ocasionar daños considerables en la galería de madera de la planta intermedia. El puente de acceso principal también ha sido objeto de degradación, con la pérdida de partes notables en cantidad y calidad, así como el posterior expolio de las piezas desprendidas.