La iglesia fue levantada durante el proceso de repoblación de la ciudad de Salamanca, y su alfoz durante el siglo XII. La parroquia atendía a una pequeña comunidad de campesinos que residían en la aldea de Santibáñez del Río. La aldea y el edificio se vieron afectados por la famosa riada de San Policarpo, que tuvo lugar en el siglo XVII.
Se trata de un pequeño edificio de nave única, levantada fundamentalmente en sillería y rematada por una amplia capilla mayor de época posterior (siglo XV-XVI) de testero plano, en mampostería, a la que da paso desde la nave un arco triunfal de medio punto doblado. Destaca la diversidad de materiales debido a múltiples fases constructivas y reparaciones.
Sobre el muro del hastial se halla una sencilla espadaña de arco de medio punto, que sustituye a una anterior que debió desplomarse en el siglo XVII.
En el muro meridional se abre una portada románica de arco de medio punto rodeado por una arquivolta decorada con un friso de rosetas. Este y la arquivolta apoyan sobre cimacio decorado con flores de lis inscritas en roleos formados por tallos entrelazados y jambas lisas. Remata la portada una moldura decorada con un friso de cabezas de felino. La decoración se completa con los tres grandes modillones que, sobre la portada y siguiendo la línea de otros lisos que aparecen en el muro, sostuvieron las vigas de un pórtico hoy desaparecido. El occidental es una cabecita entre dos toneles, el central dos esbeltas aves afrontadas bebiendo de la fuente de la vida, y el otro un monstruo híbrido de parte posterior de cuadrúpedo y largo cuello de reptil, vuelto hacia abajo y recubierto de escamas. Remata los muros de la nave una cornisa decorada con friso de lises que se combina con tramos de ajedrezado. El alero se apoya en una serie de canecillos diversamente decorados. Por último, destaca la presencia de dos inscripciones en verso, con caracteres del siglo XIII, situados los salmeres del arco de ingreso cuya misión era exhortar a los fieles la práctica de la virtud, renunciando a las mundanidades y riquezas, como medio de alcanzar la vida eterna.
BIC
La iglesia no cuenta con cubierta, por lo que sufre todo tipo de inclemencias meteorológicas. La humedad está erosionando de manera notable la decoración y descomponiendo la frágil piedra arenisca de Villamayor.
Abandono, ausencia de cubiertas y deterioro progresivo.
2021
Doñinos retoma las obras para dar una nueva imagen a su antigua pedanía. La Gaceta de Salamanca, 12 de enero.
Bibliografía
Herbosa, V. El Románico en Salamanca, Ediciones Lancia, Madrid, 2001.
Enríquez de Salamanca, C. . Rutas del románico en la provincia de Salamanca, Cervantes, Madrid, 1990.