En 1856, el empresario riojano Pedro Duro se fija en este lugar de Langreo para establecer una fábrica siderúrgica. La existencia de la infraestructura y elementos adecuados (FC de Langreo, Carretera Carbonera, agua y yacimientos de carbón) lo convierten en el enclave idóneo. Constituye junto a sus socios la Fábrica de Hierros Duro y Cía., conocida como la Fábrica de La Felguera por ser el nombre del caserío donde se construyó, empresa que con el tiempo se llamará Duro Felguera, existiendo aún a día de hoy y siendo una de las compañías en activo más antiguas de España. La fábrica fue la primera gran siderurgia integral construida en el país y sólo fue desbancada en producción por Altos Hornos de Vizcaya a finales del XIX y por Ensidesa ya en los años 60 del XX. Las necesidades habitacionales de la fábrica hicieron que los pequeños núcleos de la parroquia de Turiellos se uniesen, proyectando desde la empresa calles, barrios, edificios públicos, parques… que dieron lugar a una nueva población que adoptó el nombre de la fábrica, La Felguera, olvidando el topónimo de Turiellos para siempre. A la sombra de esta industria, cuyas últimas instalaciones cerraron en 1984, crecieron numerosas empresas metalúrgicas y químicas que hicieron de este lugar uno de los ejes de mayor industrialización del país hasta la reconversión industrial. Parte del antiguo espacio se demolió y se convirtió en un centro de empresas, mientras que otros edificios se conservaron y reconvirtieron en servicios públicos y Museo de la Siderurgia de Asturias.
De la primitiva factoría levantada en 1857, nada se conserva, pues las sucesivas ampliaciones y modernización de las instalaciones hicieron que se fuesen superponiendo diferentes estratos. Con el paso de los años, la fábrica se fue configurando como un frente de edificios (oficinas, talleres…) en forma de muralla que separaban la población de La Felguera (Langreo) de la zona de producción, lugar donde se levantaban los altos hornos, chimeneas, baterías, etc. El resultado era la imagen de una gran planta siderúrgica en pleno entramado urbano, cobijando un bosque de chimeneas y humo donde llegaron a trabajar 3.000 personas. No en vano, esta fue la mayor fábrica siderúrgica de España, produciendo millones de toneladas de hierro y acero durante sus 125 años de historia. Tras el cese de la actividad y derribos de 1986, el frente de edificios fue conservado. Estos formaban la «imagen corporativa de la empresa», inmuebles de entre 1880 y 1950 construidos en ladrillo rojo de «estilo manchesteriano», decorados con impostas, cornisas, flechas, pilastras, cuerpos almenados, torrecillas, etc. Se conservan tres planchas en las fachadas, a modo de cartela, con diferentes fechas y lemas. Se preservaron también las enormes naves de acería, esqueletos de hierro y acero construidos con técnicas hoy extintas. Todos los edificios se adaptaban a las necesidades de producción, uniéndose por galerías, esquivando líneas de ferrocarril y cursos de agua. Algunas de las estructuras también fueron conservadas, como tres torres de refrigeración de hormigón (una alberga el Museo de la Siderurgia de Asturias) y una chimenea. Parte del patrimonio mueble como locomotoras, grúas, cucharas, tornos, etc. también fue conservado en el mismo interior de los edificios.
Catálogo Urbanístico del PGOU municipal
Parte del conjunto fabril se conserva en buen estado ya que se le ha dotado de nuevos usos.
Sin embargo, los dos edificios de laboratorios y comedores (1930) presentan desprendimientos de ladrillos, hecho acentuado por la obras de soterramiento de la línea Feve-Renfe. El edificio del control térmico (1940) se encuentra en estado de abandono, mientras que el taller de ajuste (1896), el grupo Ilgner (1950), restos de antiguos talleres (s. XIX), oficinas y cocheras del FC de Langreo (1860-1950), y las grandes naves de acería, laminación y hornos eléctricos (s. XIX-1950) están abandonados en su totalidad y presentan desprendimientos de ladrillos y corrosión. Los interiores presentan estado de abandono y suciedad, con peligro de derrumbe en algunos casos, albergando valiosa maquinaria en mal estado. La chimenea de las baterías de coque no ha sido intervenida desde el fin de la fábrica, y el antiguo depósito de aguas está oculto entre maleza.
La Fábrica de La Felguera presenta un gran valor histórico como pionera del desarrollo industrial de España en una época tan temprana como 1856. Gran parte de las instalaciones se encuentran en deplorable estado, habiendo sido olvidadas en sucesivos planes de recuperación del rico patrimonio industrial asturiano. Esto pone en peligro la supervivencia de los inmuebles, con acentuado valor artístico además de técnico, testimonio de la industrialización española, así como de bienes muebles que contextualizan una historia de más de un siglo de actividad ininterrumpida.
Enlaces
Factoría de la Sdad. Metalúrgica Duro Felguera. Patrimoniuindustrial.com
La Compañía. Historia. Duro Felguera
Fábrica de La Felguera. Química.es
Bibliografía
LLERA CANGA, J. «La antigua fábrica de Duro Felguera. Propuestas para su puesta en valor». Repositorio Universidad de Cantabria, 2015
OJEDA, G. «Duro Felguera. Historia de una gran empresa industrial». Editorial Nobel, Oviedo, 2000
PALACIOS F, «Pedro Duro, un capitán de la industria española», Editorial Suma, Llanera2, 018