El palacio fue construido por los Caballero, una familia ilustre de la localidad en el siglo XVIII. Su principal impulsor fue Jerónimo Caballero, militar que destacó por su activa participación en las campañas bélicas de Italia. Carlos III le otorgó el mando militar de La Mancha y posteriormente sería ascendido a teniente general por Carlos IV. Este último monarca le concedería la merced de marqués de Caballero en 1794, concesión que propiciaría el levantamiento del palacio en su localidad natal.
Palacio construido con sillería granítica de calidad en el siglo XVIII. Su fachada es de estilo neoclásico y está compuesta por dos pisos, en el superior se abren cuatro vanos con balcón coronados por frontones triangulares. A su vez, sobre la puerta de acceso figura un escudo labrado en pizarra rematado por un frontón curvo. Se trata de una de las construcciones palaciegas neoclásicas más destacadas de Castilla y León.
Sin protección específica
Actualmente, se encuentra en un estado muy deteriorado, con grietas visibles en los sillares, cubiertas dañadas y numerosas alteraciones en la estructura que desvirtúan el conjunto.
El palacio se encuentra completamente abandonado, con desplazamiento de sillares que pueden provocar la caída del escudo realizado en pizarra y anclado con grapas de hierro. Las cubiertas pueden terminar por desplomarse, provocando la ruina total del edificio.
Bibliografía
Casaseca, A . La provincia de Salamanca. Ediciones Lancia, 1990
Grande del Brío, R . Historia de Aldeadávila de la Rivera. Diputación de Salamanca, 2009.