Santa Cruz de Bezana cuenta con arroyos que recorren su territorio y desembocan en el mar, lo que ha incentivado el desarrollo económico de su sociedad a lo largo de los siglos. Uno de los arroyos más destacables es el arroyo Otero, sobre el cual se localiza el molino de El Ronzón, el más antiguo de todos los ubicados en este arroyo. El primer documento en el que se menciona el molino corresponde a una compraventa del año 1496, por la que la comunidad del monasterio de Santa Catalina de Monte Corbán, propietaria durante años del molino, vende la mitad del mismo a un particular procedente de Trasmiera, Pedro Sánchez de Castilla.
Se trataba de un molino maquilero, se empleaba la molienda para el abastecimiento de los habitantes de Sancibrián o de Santa Cruz de Bezana, y el pago se realizaba al molinero en especie, que tenía como nombre maquila. Es así como el molinero pedía a cambio maquileros o celemines y se quedaba con parte de su propia molienda. El molino de El Ronzón estuvo en funcionamiento casi 500 años, ya que se tiene constancia del cese de su producción en el año 1920.
El molino está ubicado sobre el arroyo Otero, que nace en el barrio de Bojar (en Santa Cruz de Bezana), discurre por Sancibrián y Soto de la Marina hasta llegar a La Canal, donde se localiza también el molino de San Juan de La Canal. El Ronzón, en su origen, era de planta rectangular con posibles esquinales de sillería.
En sus estancias internas, habría contado con una tolva para canalizar el grano que se vertía sobre ella. Posteriormente se dosificaba el grano gracias a la carraca, pasando a la que sería la sala de molienda, la cual contaba en su origen con piedra volandera, piedra solera, la costanera y el harinal. El grano era molido por las ruedas de piedra, depositándose la harina resultante en el harinal. El agua que hacía girar las palas del rodezno, accionando de esta forma el molino, entraba a presión tras estar retenida en la represa, cuyo acceso contaba con un arco de medio punto que aún se puede observar a través de la maleza.
Bien catalogado en las Normas Subsidiarias (NNSS) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana.
En febrero de 2024 el Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezama ha procedido a una limpieza integral del molino quitando toda la vegetación que lo cubría, y está a la espera del permiso de la propiedad para poder llevar a cabo la consolidación de los restos.
A pesar de que aún quedan restos de la estructura del molino y de la presa de sillar, se encuentra semiderruido y completamente cubierto por la vegetación, lo que dificulta enormemente su correcta lectura. Esta vegetación procede en gran parte del ecosistema del arroyo.
Por otro lado, el molino se encuentra incluido en diferentes rutas turísticas y cuenta con señalética en la que se describe el proceso de la molienda del grano. Sin embargo, su estado es de completo abandono, lo cual se refleja no únicamente en el molino, sino en el estado de degradación de la propia cartelería.
Debido a la situación de completo abandono, el molino se encuentra en un proceso avanzado de deterioro, que podría derivar en la desaparición del bien patrimonial.
2024
El Ayuntamiento acomete la limpieza del Molino del Ronzón de Sancibrián, incluido en la lista roja de Hispania Nostra. Ifomo noticias, 9 de febrero.
2021
El Pleno de Bezana avanza en varios proyectos vinculados a sendas peatonales y reurbanización. Ifomo noticias. 28 de julio.
Enlaces
Información pública de solicitud de autorización para acondicionamiento del Molino del Ronzón, en el municipio de Santa Cruz de Bezana, expediente número A/39/05759, Boletín Oficial de Cantabria, 171, de 5 de septiembre de 2006.
Molinos del Municipio. Ayuntamiento de Santa Cruz de Bezana.
Bibliografía
Madoz, P., Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar. Tomo IV, 1850; p. 309.
Niño Samperio, D., El molino hidráulico en la Cantabria medieval: Estudio de su ámbito y uso (siglos IX-XV). Universidad de Cantabria, Santander, 2022.
Toro Miranda, R. M., Colección diplomática de Santa Catalina de Monte Corbán, 1299-1587. Tomo II, Fundación Marcelino Botín, Santander, 2001.