Don Celso Muerza, comendador de la Orden de San Silvestre Papa, hijo predilecto de la villa de San Adrián y alcalde honorario de la misma, heredero de la famosa Industrias Muerza, se propuso destinar todos sus bienes para construir el asilo y la nueva parroquia de San Adrián. Así, en el año 1947, encargó la construcción de este edificio que, en honor a sus padres, llamó asilo de san Máximo y santa Celestina. Estuvo regentado por monjas hasta 1975 y actualmente es propiedad de la iglesia.
El edificio consta de diversas dependencias, como las aulas para la enseñanza primaria, la capilla de tres naves, dormitorios para ancianos, el patio y el porche, las cocinas y los refectorios. Cuenta con un sótano y dos pisos, resaltando en altura la torre, adosada al recinto del patio. Ahora abandonado, el lugar ocupa 120 m2 y 720 m2 entre la primera planta y la segunda.
La nota de identidad del complejo arquitectónico son los vanos de medio punto, al igual que en la parroquia, rasgo de estilo de su arquitecto, Francisco Garraus. En la fachada principal, la agrupación de ventanas en filas de tres genera un ritmo racional y simétrico que se complementa con la pureza blanca del enlucido.
Sin protección específica
En riesgo de ruina.
Edificio singular en mal estado de conservación que podría ser aprovechado para fines culturales si se recuperase.
2008
El asilo de San Adrián, en venta para financiar la iglesia. Diario de Navarra, 10 de abril.
Enlaces
San Adrián Grand Prix del verano 2024. La Cámara del Arte.
Asilo de San Máximo y Santa Celestina. Ayuntamiento de San Adrián