Presa del molino armero de Igareta

PATRIMONIO INDUSTRIAL, Patrimonio industrial

Información general

Historia:

Durante los siglos XVI a XIX se desarrolló en el valle del Deba una iniciativa pionera en Euskal Herria hasta la Revolución Industrial propiamente dicha: la Fábrica de armas portátiles de fuego y blancas de guerra de la villa de Plazencia que dio trabajo hasta dos mil armeros. El vestigio más antiguo de esta gran empresa es la presa del molino armero de Igareta. Este molino se construyó a mediados del siglo XIV entre el concejo y una familia noble, los Irure, en la orilla izquierda del río Deba. El complejo funcionaba como dos molinos adosados que compartían una serie de infraestructuras: presa, canal de entrada, canal de desagüe, etc. En 1476 el Ayuntamiento vendió su mitad a otros Irure, y esta doble propiedad se mantuvo hasta 1855, quedando como propietario Luciano Porcel. La presa era aún de madera en 1482, construyéndose una nueva de piedra pocos años después. El molino tenía cuatro ruedas, destinándose inicialmente a moler cereales.
A finales del siglo XV comenzó la fabricación de armas portátiles de fuego en el valle del Deba, destacando los armeros de Soraluze-Placencia (desde entonces Placencia de las Armas). El nuevo negocio provocó una reconversión de molinos y ferrerías en barrenas buscando una mayor rentabilidad, ya en 1535 en Igareta se barrenaban arcabuces.
En 1573 todos los maestros armeros de la localidad se unieron organizando un holding: Fábrica de armas portátiles de fuego y blancas de guerra de la villa de Plazencia, pudiendo así acceder directamente a los grandes clientes (básicamente, los ejércitos castellanos) en ventajosas condiciones. De hecho, se convirtió prácticamente en un monopolio, ya que ese mismo año el rey Felipe II, que ya tenía una oficina de compras en la localidad, la elevó a Reales Fábricas de armas de Guipúzcoa y Vizcaya.
En la parte productiva, Igareta formó parte de la densa red de talleres particulares que generaron los maestros armeros; continuó barrenando arcabuces y moliendo cereales.
La riada de 1834 arrasó el molino y rompió la presa, reconstruyéndose en los años siguientes.
En 1865, con el fin del monopolio armero y el sistema gremial, los cambios tecnológicos en el producto  y los comienzos de la máquina herramienta, la armería Igareta se centró en actividades harineras. Y a finales del siglo XIX se reconvirtió en central eléctrica.

Descripción:

El molino armero de Igareta es el más antiguo de Soraluze-Placencia de las Armas parcialmente conservado.
Datado en el siglo XIV, se levantaba en la margen izquierda del río Deba. Con un canal de entrada de unos 60 metros, el agua alimentaba cuatro ruedas que, además de barrenar cañones de armas de fuego, se utilizaron para moler cereales y como batán. Tenía un canal de salida de unos 30 metros.
La presa original de madera se reconstruyó en piedra a finales del siglo XV o comienzos del XVI. Se trata de una presa de unos 50 metros de largo y más de 2 metros de altura. Es la mayor presa de esa época conservada en la cuenca del río Deba. Esta presa, junto con la de Olabarrena, genera aguas arriba una lámina de agua que conforma el paisaje fluvial armero en el casco urbano de Soraluze.

Grado de protección legal:

Declarado por el Gobierno Vasco zona de presunción arqueológica. Igualmente, tanto el molino como la presa de Igareta están incluidos en el Catálogo de bienes culturales de protección básica del P.G.O.U. de Soraluze.

Estado de conservación:

El molino, con su canal de entrada y de desagüe, se derribó hacia 1986 para construir viviendas.
Queda la presa completa, de unos 50 metros de largo y más de dos metros de altura. Se construyó a caballo de los siglos XV y XVI, habiendo sido reparada por daños sufridos por las riadas. Su estado de conservación es muy bueno.