Durante la Guerra Civil española se planteó la necesidad de dar protección a la población civil de la ciudad de Valencia. Para ello, se va a primar la construcción de refugios antiaéreos localizados tanto en centros públicos, fundamentalmente colegios, como en edificios particulares.
La Junta de Defensa Pasiva, creada por el Ministerio de Defensa el 22 de junio de 1937, fue el organismo encargado de la construcción de estos refugios. Se llegó a editar un folleto dando instrucciones para la construcción de los mismos y detallando mediante planos sus características fundamentales. Así, los refugios de nueva planta, se construyeron intentando ajustarse al modelo prefigurado. Este hecho resulta muy evidente en los refugios escolares, donde se utilizan los mismos planos para todos ellos, cambiando el nombre del centro. En cuanto a los refugios particulares, la variación es mucho mayor, encontrándose soluciones muy distintas en función de las características de los solares donde se construyen.
Los refugios realizados a expensas de la Defensa Pasiva de la ciudad fueron cuarenta y uno, tenían utilidad pública y estaban a disposición de todos los ciudadanos. En el año 1938, se dividió el casco urbano de Valencia en dos zonas para la construcción de refugios: la zona centro y la del ensanche. En total había ciento un refugios, solicitándose unos ocho más en el mes de agosto de ese mismo año. Los proyectos de construcción se presentaban en el Ayuntamiento y constaban de una memoria técnica y planos a escala de la planta, alzado y secciones de los mismos.
La distribución de los refugios en Valencia no fue homogénea, concentrándose la mayoría de ellos en el centro de la ciudad. También hay constancia de refugios en Massarrojos, Castellar, Marxalenes o en Patraix, pero no existe una lista oficial que permita saber con exactitud el número total de refugios construidos. El listado más completo es el que aparece en el periódico Fragua Social, de febrero de 1937, que identifica setenta y siete refugios con su dirección y número de plazas.
La función principal del refugio era la de amortiguar el impacto de los proyectiles que se lanzaban desde los aviones. Por una parte, debe neutralizar una acción directa que dependía del peso de la bomba y de la metralla producida por la explosión, y otra derivada de la anterior, que era la protección de los efectos de la onda de explosión. Ello supone que el refugio disponga de una importante capa en el techo construida mediante celdas de hormigón que se disponen en dos o más hiladas para actuar como amortiguador. Las celdas se rellenan en ocasiones con arena o, en algunos casos, algas para acentuar ese efecto. Por debajo, se ponía el elemento más resistente formado por una losa de hormigón armado de 70 centímetros de espesor como mínimo.
Se trata de un refugio antiaéreo con capacidad para trescientas ochenta personas de modelo adintelado. Está formado por un rectángulo cubierto por una gruesa losa de hormigón armado, sustentada por robustas columnas cuadradas que se ensanchan en la parte alta, en la unión con el techo. Tiene un banco corrido para sentarse en las paredes perimetrales y alrededor de los pilares. Asimismo, conserva indicios de la maquinaria y tuberías para la renovación del aire.
En la fachada se encuentran las dos puertas de acceso a nivel de calle que daban a las escaleras. Sobre una de ellas aún se puede adivinar la silueta de las letras REFUGIO, desparecidas completamente. En la fachada posterior del edificio se conserva todavía la chimenea de ventilación. La oculta ubicación de este refugio hizo necesaria la colocación de un segundo rótulo anunciador, de tipo art déco, en la esquina de la calle Espada con la plaza de Tetuán.
En algún momento, de acuerdo con información transmitida oralmente, se utilizó como local de ensaño de un grupo musical, momento al que pertenecerían las pintadas existentes.
Bien de Relevancia Local (BRL)
El estado de conservación del refugio es bastante desfavorable. El interior del refugio, según se puede apreciar en fotografías antiguas, está lleno de pintadas, humedades y agua. Se han expoliado las letras de estilo art dèco del rótulo, conservándose solo la R y la F que se encuentran colocadas en la entrada del refugio antiaéreo que hay en el Ayuntamiento de Valencia. Sus fachadas exteriores, presentan capas de pintadas que no son retiradas y se acumulan una tras otra. Finalmente, la terraza está cubierta de vegetación y maleza que afectan con la humedad a la parte superior del mismo.
Se lleva pidiendo su conservación y recuperación desde el año 2013 sin que se hayan tomado medidas para asegurar su protección. La tipografía art dèco, única en la ciudad junto con la de los refugios de Serranos y de la calle Alta, ya ha sido expoliada. Hay riesgo de mayores daños y degradación irreparable del bien.
2024
El triste abandono del refugio antiaéreo de la calle Espada de Valencia capital. Valencia Bonita, 22 de febrero.
2023
El refugio antiaéreo de la calle Espada abandonado y lleno de pintadas delictivas. Noticias Ciudadanas, 3 de julio.
2022
El lamentable estado del Refugio de la calle Espada ante el pasotismo de Ribó. ESdiario Comunidad Valenciana, 19 de febrero.
2015
El Síndic de Greuges pide que se proteja el refugio antiaéreo de la calle Espada. Elperiodic.com, 31 de julio.
Enlaces
Refugio calle Espada. Universidad de Valencia.
Cuartas recomendaciones del Síndic de Greuges por el estado del refugio de la calle Espada (BRL). Conocevalenciapaseando.blogspot.com.
Terceras recomendaciones del Síndic de Greuges al Ayuntamiento de Valencia por el Refugio Antiaéreo de la Calle Espada (BRL). Conocevalenciapaseando.blogspot.com.
Las asignaturas pendientes del Ayuntamiento de Valencia. Vol. VII: el refugio antiaéreo de la calle Espada. Conocevalenciapaseando.blogspot.com.
El refugio antiaéreo de la Calle Espada sigue abandonado y lleno de pintadas. Conocevalenciapaseando.blogspot.com.