Antiguo parque sindical de La Felguera

PATRIMONIO CIVIL, Edificios singulares

Información general

Historia:

El complejo fue encargado por el sindicato vertical durante la dictadura franquista en la cuenca minera de Langreo, una zona  industrial caracterizada por una intensa actividad minera y siderúrgica, tan solo unos meses después de la gran huelga de 1962. Fue diseñado por el arquitecto racionalista Enrique Álvarez-Sala Morís (1910-1995) en 1963. El lugar elegido era frecuentado por bañistas por la presencia de un arroyo. Además, se encontraba alejado del casco urbano y de la contaminación. Fue inaugurado en 1967, en cuyo acto estuvieron presentes los entonces príncipes de Asturias.

Con el paso del tiempo se ampliaron los servicios construyendo una piscina infantil, pistas para el club de tenis, piscina climatizada y pista polideportiva. Se amplió el espacio verde, donde se plantaron diversas espacies de árboles. El complejo disfrutaba de una intensa vida, especialmente en verano, cuando se transformaba en una auténtica «playa» de interior en una zona obrera, aunque contaba con competiciones y actividad durante todo el año.

En 2006 se cerró la piscina climatizada, mermando parte de su actividad. En 2010 cerraron todas las instalaciones apuntando a un cierre provisional, sin embargo, nunca se llegó a reabrir. Con el paso de los años se han hecho diferentes anuncios de recuperación nunca definitivos. En ese periodo de tiempo el edificio sufrió numerosos actos de vandalismo. En 2017, el espacio fue elegido para escenas de una conocida serie de televisión. En 2023, el Colegio de Arquitectos de Asturias señaló la importancia de preservar el edificio histórico, apareciendo en publicaciones sobre arquitectura moderna. En 2024, el gobierno del Principado de Asturias anunció el derribo de las instalaciones en 2025 a fin de construir unas nuevas piscinas. En enero de 2025, los medios locales apuntan a que tras los derribos previstos sólo se construirá un área recreativa.

Descripción:

El antiguo parque Sindical, conocido más adelante como Parque Deportivo de La Felguera y popularmente como Pénjamo, fue un complejo de ocio y deporte que ocupa un espacio cercano a los 10.000 metros cuadrados. El edificio principal se adaptó a un estrecho vallejo, consiguiendo mitigar su impacto en un entorno natural, distribuyendo las instalaciones de cafetería, vestuarios, oficinas, salas, etc., en una planta curva, alargada y de baja altura.

El arquitecto diseñó un complejo racionalista, caracterizado por la presencia de terrazas, pasarelas, aleros y miradores, creando un espacio arquitectónico más propio de un lugar costero que de interior. La potente horizontalidad del edificio sólo se rompe mediante una pequeña torre. Así, el edificio intenta pasar desapercibido en el entorno natural, utilizando cristaleras, calados y amplios vanos, dejando más espacios al descubierto que techados.

Frente al inmueble se abre un gran espacio al aire libre, caracterizado en el pasado por una lámina de agua de 70 metros de longitud para el baño. Junto a esta y adosado al edificio se levanta el graderío para la presencia de competiciones. Posteriormente, se levantó un edificio para contener una piscina climatizada que desvirtuó parcialmente la visión del conjunto. Por último, una gran área verde en la ladera del valle, pensada para visitantes y bañistas, completa el espacio. La estética del edificio, con juegos de sombras, revocados y entablillado de madera está muy influenciada por los edificios multiusos de la ciudad residencial de Perlora, referente en el movimiento moderno asturiano.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

Tras el abandono del edificio, el deterioro fue rápido y se aceleró conforme se desvanecía el compromiso político para su recuperación. Las pistas deportivas se han agrietado, el material eléctrico se ha sustraído y los animales se hicieron presentes en las zonas verdes. El edificio multiusos sufrió incendios, pintadas, robos, destrozos y desprendimientos, hasta el punto de ser tapiado por las autoridades locales para evitar mayores accidentes. Los vasos de las piscinas se han roto y se han llenado de vegetación y escombros.