Las Escuelas Pías fueron fundadas por el titular del pazo de Riobó y canónigo de la catedral de Santiago, Bernardino de Prado y Ulloa, en el año 1780, tal como recoge la inscripción barroca conservada en el interior de la escuela de niños; creándose una fundación para la educación de niños y niñas de Riobó, Anllo, Osmo, Navío y otras aldeas vecinas, mediante un patronato que incluía a los párrocos de las parroquias cercanas.
Se trata de dos edificaciones de similares características constructivas, situadas en el centro de la aldea. La destinada a niñas, y algo separada y al norte la destinada a niños, destacando ambas por su tamaño dentro del caserío de la aldea de O Balcón.
La escuela de niñas tiene una planta rectangular, con acceso lateral por un patio con pérgola y portalón de forja, y consta de dos plantas ocupadas por grandes aulas. La construcción es de buena cantería, con recercados y almohadillados en todos sus huecos, y con balcones de forja en los ejes centrales laterales. Remata su fachada principal un frontón recto con la inscripción docente.
La escuela pía destinada a niños tiene una planta rectangular y conserva en su vestíbulo de entrada una placa escultórica de piedra policromada, con hornacina y decoración barroca, que recoge la inscripción de su fundación en 1780, a pesar de que tuvo una importante reforma posterior, en 1915, que es la fecha que figura en el frontispicio de la fachada. Tiene dos plantas de altura construidas en cantería y buhardillas de madera en la cubierta. En su fachada principal se abren tres balcones con barandilla de forja y peineta central de coronación.
Catalogados
Ambas edificaciones están en ruina, aunque conservan sus cubiertas. Los forjados están parcialmente caídos, levantados los solados y pavimentos, y rotas las carpinterías. Las fachadas están invadidas de vegetación y los pasamanos de fundición de la escalera, en la escuela de niños, arrancados y robados.
Riesgo de derrumbe por abandono y estado de ruina