En esa casa vivió el industrial y mecenas Félix Alfaro Fournier, perteneciente a una saga de interesantes personajes, iniciada en Vitoria por el grabador Heraclio Fournier, su abuelo, que nació en Burgos pero se trasladó con 19 años a esta ciudad donde fundó la famosa fábrica de naipes. Otros dos de los nueve hermanos de Félix se ganaron el derecho a tener su nombre inscrito en nuestra geografía urbana. El primero de ellos es Tomás. Fue pintor e historiador, y publicó el libro ‘Vida de la ciudad de Vitoria’, en 1951,. Además, fue alcalde de Vitoria durante la II República. El otro hermano digno de mención es Heraclio, uno de los primeros aviadores españoles y el más joven de Europa en su tiempo, además de genial constructor de modelos aeronáuticos.
Se trata de una casa exenta de principios del siglo XX, ubicada en el número 5 de la calle Manuel Iradier, rodeada de jardín que constituye uno de los pocos ejemplos de palacetes que quedan en el centro de Vitoria-Gasteiz.
Protegido, a nivel local, en el Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria-Gasteiz
Lleva varios años deshabitada y descuidada por lo que se encuentra en un estado de conservación muy deficiente, con problemas estructurales. El edificio se encuentra apuntalado y tiene importantes manchas de humedad en su fachada de la que, durante el tiempo que lleva abandonado el edificio, han desaparecido elementos decorativos de la misma.
Actualmente, se está valorando un proyecto de rehabilitación y ampliación del edificio para la construcción de un hotel.
Serio peligro de colapso del edificio.
2022
Un informe foral pide más protección para la Casa Alfaro Gasteiz Hoy, 28 de noviembre.
Vitoria recupera la ‘casa de los Alfaro’ reconvertida en un hotel abierto a la ciudad El Mundo, 29 de mayo.
2017
La Casona de Manuel Iradier busca comprador para darle por fin un uso. Gasteiz Hoy, 3 de abril.
2014
El Ayuntamiento exige limpiar el jardín de la casa de Los Alfaro. El Correo, 5 de noviembre.
2007
Ruinas fomentadas. El histórico palacete de Félix Alfaro Fournier corre el peligro de ser derribado, tras permanecer varios años deshabitado y descuidado. El Correo. 11 de noviembre.