El origen de Alfara del Patriarca es una antigua alquería musulmana que fue conquistada por Jaime I en 1249 y donada a Ximén Pérez de Tarazona. Posteriormente perteneció a Guillén Jáfer y, más tarde a Bonifacio Ferrer, quien la elevó a categoría de señorío. En el año 1396 fue vendida a Bartolomé Cruilles, a cuya familia perteneció hasta finales del siglo XVI, cuando fue vendida al arzobispo de Valencia, Juan de Ribera. Algunos años más tarde fue cedida al Real Colegio del Corpus Christi de Valencia, quien ejerció su señorío hasta 1819, cuando se independizó como parroquia de Moncada. Durante las Guerras Carlistas fue escenario de algunos cruentos episodios de armas.
La Sirena es un palacio rural renacentista que cumple la función de alquería y de villa de recreo señorial. Llamada también de la Serena o de Ferragut. En el escudo señorial con las armas de los Ferragut, Pallarés, Alegret y Perellós, fechado en 1550, aparece una cabeza de mujer rodeada por una serpiente, de ahí el nombre con que es conocido el edificio (Casa de la Sirena). Se conserva hoy en el Ayuntamiento. El conjunto, casa principal y anejos, posee un extraordinario valor, tanto morfológicamente y espacialmente, como por constituir uno de los pocos ejemplos de arquitectura palaciega del siglo XVI en este medio.
El conjunto se compone de un palacio rural de traza muy singular construido en ladrillo, rematado por una galería superior, dentro del más puro estilo de arcadas a la aragonesa. Está flanqueado en uno de sus ángulos por una esbelta torre de traza renacentista con un llamativo chapitel. Su planta se desarrolla en torno a un patio, con un trazado incompleto, de manera que solo se acabaron dos de sus lados, cerrándose el resto por un cuerpo de una sola planta, que acota el patio interior y relaciona este edificio con los cuerpos anexos, con el huerto-jardín que se sitúa a la parte de medio día, o con los edificios de uso económico o de habitación de colonos o administradores de las tierras. El edificio principal alberga tres alturas, de manera que en la planta primera se sitúa la vivienda principal, hoy muy desfigurada por las diversas variaciones de distribución del espacio interno realizadas a lo largo del tiempo. Entre otras, sufre intervención en el siglo XVIII, producto de la cual son los grandes huecos que se abren en la fachada principal e interior, cegándose otros muchos. A al torre también se le coloca cubierta apuntada a cuatro aguas. El acceso a su última planta se hace por una escalera de caracol sumamente estrecha y la existencia de unos bancos adosados a su perímetro hacen parecer que fue construida con fines puramente lúdicos, como mirador del entorno.
BIC - En la categoría de Monumento, en 2004.
1989-90: Obras de consolidación por la Consejería de Cultura.
Exterior en relativo buen estado. Parcialmente abandonada. Utilizada para labores agrícolas que le han hecho perder muchas de sus características originales.
Deterioro progresivo.
2017
Palacios, inversión privada. El Meridiano, 20 de diciembre
Así será La Serena: el Caro Hotel se adentra en la huerta valenciana para resucitar un palacio renacentista. Valencia Plaza, 22 de abril
2016
Un hotelero rehabilitará la Casa de la Sirena para eventos. Levante, el Mercantil Valenciano, 7 de octubre
Enlaces:
Casa fortificada de la Sirena, Monumentalnet.org