La casa de los duques de Medina de la Torres, fue construida entre 1881 y 1882, en territorio del viejo municipio de Vilaxoán. Tanto Alfonso XII como su sucesor Alfonso XIII, se alojaron en ella en distintas ocasiones. Deshabitada desde hace décadas, su estructura se mantiene prácticamente intacta aunque el deterioro exterior es evidente. El inmueble está rodeado por una extensa parcela que contiene los restos de un jardín. Hasta allí llegaba la playa de Vilaboa. Desde hace una década sólo han accedido al interior del edificio chavales, furtivamente. Hasta entonces había sido usada como residencia de verano por los dueños. El casero la abandonó en el año 2003.
En aquella época los nobles, aristócratas y potentados de la provincia de Pontevedra trazaron un plan para regalarle un terreno a Alfonso XIII en las proximidades, con la finalidad de que construyese un palacio de verano y así tenerlo cerca con los beneficios que suponía. El regalo se hizo pero el propósito fracasó.
El edificio, de 23 por 22,60 metros de lado, es de estilo ecléctico, muy austero con alguna traza renacentista. Es prácticamente cuadrado, tiene cuatro plantas y está situado en una parcela de 37.000 metros cuadrados de superficie. La distribución interior está definida por una escalera central, de 170 centímetros de ancho y peldaños de poca altura, fabricada en madera de pinotea, y otra destinada al servicio. Su iluminación cenital procede de un gran lucernario, al igual que la de la escalera del servicio. Alrededor de ambas están ubicados los salones y las habitaciones. La distribución es similar en las cuatro plantas. Cuenta con chimeneas y cocinas en todas las plantas. Son 144 las ventanas que dan luz a las estancias. El edificio está amparado por unas robustas paredes de sillería de 80 centímetros de espesor y dos muros maestros, situados a una distancia de 7,5 metros, sobre los que están encajadas unas vigas de madera en las que el paso del tiempo apenas dejó huella. La estructura salvaguarda un interior en el que el piso de madera se encuentra en un estado de conservación impecable.
Franqueada la puerta principal, llama la atención un pórtico con cuatro paños y una vidriera de grandes dimensiones y divisiones de plomo, que da paso a la escalera, en cuyo inicio se encuentra una lámpara de araña, fabricada en hierro forjado.
Uno de los elementos más característicos del palacio, y que capta la atención de quienes otean por encima del muro que rodea la finca cuando pasan por delante, es la galería. El óxido tiñó el hierro forjado y los cristales están rotos. Las fotografías de la época permiten observar que bajo la balaustrada situada en su parte inferior se encontraba un muro que quedó enterrado por los rellenos de la explanada portuaria. Tiene capilla entre la segunda y la tercera planta con un hermoso techo encasetonado en madera. El retablo ofrece un estado de conservación óptimo y está catalogado con protección integral. Contaba con un embarcadero ya que el mar llegaba a pie de la casa. El jardín cuenta con abundante arbolado, como una gran sequoya, robles americanos y magnolios de mucho porte. Hoy cubierto de maleza, estuvo presidido en otro tiempo por un gran invernadero que servía de merendero. Los documentos permiten verificar los trazados geométricos de los jardines.
Sin protección específica
En degradación progresiva. Jardín y entorno cubierto de maleza.
Degradación progresiva. Posibles daños estructurales de seguir en abandono. Expolio. Vandalismo.
2021
La residencia real de Medina de Torres en Vilagarcía, a la venta por 1,5 millones de euros, La Voz de Galicia, 4 de julio
2016
Las dos líneas rojas del patrimonio en peligro. La Voz de Galicia, 19 de octubre
El palacio de Terranova, un tesoro maltratado en Vilagarcía de Arousa. La Sexta Noticias, 12 de octubre
2011
La normativa admite la reforma interior de la casa de Terranova. La Voz de Galicia, 2 de diciembre.
La mansión de Terranova acogerá un hotel de referencia en Arousa. La Voz de Galicia, 30 de noviembre.
Plantean recuperar la casona de los duques de Terranova para la ciudadanía. Faro de Vigo, 14 de julio.