Casa y Torre de Mareca

PATRIMONIO CIVIL, Conjuntos históricos

Información general

Historia:

Con la conquista cristiana en 1129 se tienen las primeras noticias históricas de la «Torre de Marecha», cuando es donada por la viuda de Ato Orella al cabildo de la Seo de Zaragoza. En el devenir de los años pasó a los Cornel, y estos en 1601 la donaron a la Compañía de Jesús. En 1767, tras la expulsión de los jesuitas, la torre fue comprada en subasta pública por Pedro Pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda. El palacete actual fue construido anexo a la torre y tiene su origen en el palacete de los Cornel y los jesuitas, reformado por el IX conde de Aranda. Una vez abandonado, se construyen pajares y granjas a su alrededor. Con el paso de las últimas décadas, este conjunto ha sido vandalizado y casi destruido.

Descripción:

Conjunto histórico formado por una torre islámica del siglo X y la casa de veraneo de los condes de Aranda, construido en un pequeño tozal cercano a una rambla. Este grupo compuesto por la torre-palacete es típico de la nobleza aragonesa en la ribera del Jalón y contaba con su iglesia propia y panteón señorial.

La torre islámica se construye con basamentos de piedra y tiene una espadaña de ladrillo sin campana. Esta fue convertida en 1624 en iglesia y se accede a ella por una sencilla puerta abovedada de medio punto, que da paso a una única nave de tres tramos y presbiterio, cubierta de bóveda de lunetos. Aquí se encuentra el panteón de los Ximénez de Urrea, donde se ubica el magnífico sepulcro del IV conde de Aranda, Luis Ximénez de Urrea, que falleció encarcelado en Coca (Segovia) por Felipe I, tras las Alteraciones de Aragón, por defender las libertades de los aragoneses.

El sepulcro en mármol negro de Flandes y policromía dorada, es sobrio y monumental, con remates apiramidados, aproximándose a la cubierta en bóveda. A su vez, definen el sepulcro las ménsulas de hojas carnosas en la base, pilastras en el cuerpo principal con la leyenda en torno a don Luis y en el remate, frontones curvos en volutas con escudo parlante de los Urrea, coronado y sostenido por leones. Asimismo, los bienes inmuebles que perduran son el altar y una pila bautismal. En el acceso al patio del palacete de la torre se encuentra un escudo de armas barroco, de don Pedro Abarca de Bolea, IX conde de Aranda.

Grado de protección legal:

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.

Estado de conservación:

Estado ruinoso del conjunto, cubiertas derrumbadas y abandono de la propiedad ante la maleza y el expolio.