Peculiar caserío ganadero, fue levantado con soluciones arquitectónicas muy audaces a principios del siglo XIX. Su construcción supuso un hito en las explotaciones ganaderas de Cantabria.
El Caserío Redondo, situado en el término municipal de Molledo, junta vecinal de Casares (San Martín de Quevedo), es una peculiar edificación con fábrica de mampostería ordinaria. Su planta, a excepción del anexo destinado a habitación, es circular con las paredes maestras dispuestas a modo de anillos concéntricos, y siendo más elevada la interior con el objeto de conseguir la necesaria inclinación de la cubierta, que es de teja árabe a un agua.
El edificio presenta numerosos vanos que hacen las funciones de boquerones, puertas y ventanas, con los dinteles y las jambas de bloques de sillería cuidadosamente labrados. Por su tamaño destaca la puerta de acceso a las dependencias ganaderas y a la corralada, que estaba destinada al paso de los carros de hierba. La corralada mencionada cumple también la función de distribuidor general. El caserío consta de dos plantas: la cuadra, con una capacidad para albergar a 60 vacas aproximadamente, y el pajar. Toda la estructura es de madera.
Además de la cuadra, que es el edificio circular, el caserío se compone de un anexo situado al SE, destinado a vivienda del pastor o aparcero, y de una socarreña con el muro de piedra en seco. Las características constructivas de esta casa adosada son similares a las del cuerpo principal, por lo que todo el conjunto se distingue por su unidad funcional. Dispone de cocina, dos habitaciones y un acceso directo a la cuadra. Por las características arquitectónicas y usos pecuarios, el «Caserío Redondo» puede haber sido construido en la primera mitad del siglo XIX.
Bien inventariado. Resolución de 11 de marzo de 2002. BOC 21 de marzo 2002 Nº 55
Avanzado deterioro. Actualmente, presenta las cubiertas derrumbadas.
Destrucción y desaparición.