Castañar de El Tiemblo

PATRIMONIO NATURAL, Elementos o conjuntos de interés medioambiental o paisají­stico

Información general

Historia:

Es sin duda el bosque más mediático de Castilla y León y su reducida superficie, 1,34 km2, recibe decenas de miles de visitas a lo largo del año, de forma mucho más acusada en otoño (alrededor de 15.000 solo en otoño y 35.000 a lo largo del año). Personas que hacen las visitas (en otoño y durante el resto del año) de forma individualizada y con acceso libre, sin guías y sin vigilancia, convirtiendo este espacio en un merendero. Se abandonan los senderos establecidos, se pisotea toda la superficie del bosque, compactando y erosionando el suelo, abriendo nuevos caminos y arrasando en busca de setas, castañas, narcisos, musgo, o para hacerse fotos en grupo o sobre los árboles. A esto se suman rebaños de ganado (cabras y vacas) que pasan sin control y maquinaria pesada que accede a realizar cortas y otros trabajos silvícolas dañando el entorno.
Todo lo descrito, no corresponde a un momento puntual, sino que se trata de una realidad sostenida en el tiempo desde hace más de una década y conocida de sobra: publicada en redes sociales, a ojos de todo el mundo (la Reserva dispone de datos de un contador peatonal y el Ayuntamiento de El Tiemblo cobra durante el otoño) y reflejada en programas de televisión y artículos de prensa. Y así continúa siendo pese a las reiteradas llamadas de atención que desde distintos ámbitos se ha hecho llegar a las distintas administraciones responsables locales, provinciales y regionales.
Desde el ámbito científico personas como el profesor D. Juan F. Gallardo Lancho (Prof. jubilado Titular de la Universidad de Salamanca (USAL) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) especializado en el estudio del castaño), quien en octubre de 2018 dirigió una carta a los responsables del espacio señalando graves problemas en el bosque y solicitando acciones urgentes y una gestión sostenible del espacio.
También D. José Antonio López Sáez, científico titular del CSIC, autor de los trabajos que han demostrado que el citado bosque es único, autóctono y milenario quien, en noviembre de 2020, hizo público y envió un escrito en el que explicaba la singularidad e importancia del bosque, solicitando un cambio de gestión.
Asimismo, en julio de 2021, todos profesores de distintas disciplinas y universidades e institutos científicos, ponentes del curso “Hojas de Ruta para habitar el Cambio Climático”, organizado por la Universidad Nacional de Educación a distancia (UNED), remitieron una carta solicitando protección urgente para el bosque y un cambio de gestión que haga compatible su uso con su conservación.
En 2022 la publicación de MITECO, “Análisis del estado y situación de los árboles singulares» lo pone como ejemplo de pérdida de biodiversidad.
Y finalmente, también en 2022, el estudio realizado por EUROPARC en 2022 y encargado por la propia Junta de Castilla y León y que dice que mantener el actual sistema es “inviable” y establece la capacidad de carga del bosque en 300 personas diarias.

Descripción:

El Castañar de El Tiemblo (Ávila) es un bosque ubicado en el Monte Público nº 89 del citado municipio. Se encuentra dentro de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, es Z.E.P.A. y pertenece a la Red Natura 2000. Es un castañar de muy reducidas dimensiones, sólo 1,34 kilómetros cuadrados , y aún así, es uno de los mayores del Sistema Central, lo que subraya su singularidad y vulnerabilidad. Durante los años 40 del pasado siglo se realizó una importante tala que acabó con la mayoría de los castaños centenarios que albergaba, quedando en la actualidad alrededor de una veintena de éstos. Entre los árboles centenarios que se conservan destacan El Abuelo, catalogado como “árbol notable”, y un conjunto de ejemplares también centenarios en el espacio del bosque conocido como Venero del Resecadal.
Se trata, por tanto, de un espacio muy especial dentro de la Reserva Natural, con unos valores ambientales únicos subrayados por su singularidad botánica y faunística que fueron las que llevaron a incluirlo en la Reserva Natural del Valle Iruelas. A todo ello se suma que estudios recientes realizados por el CSIC han certificado que se trata de un bosque autóctono y milenario cuya existencia se remonta al menos a 3.000 años (aunque es muy probable que sea un superviviente de la última glaciación y sus orígenes se aproximen a los 20.000 años). Pese a las figuras de protección que lo amparan y las singularidades que hacen de este bosque un lugar único y muy frágil, sufre, desde hace ya más de una década, una gestión inexplicable por parte de las administraciones responsables para un entorno teóricamente protegido.

Grado de protección legal:

Está dentro de la Reserva Natural del Valle Iruelas, Red Natura 2000, Z.E.P.A.

Estado de conservación:

El registro fósil del estudio del CSIC demuestra que en tres milenios, el bosque acusa de forma muy importante la interacción humana, que por otra parte ha sido prácticamente inexistente y muy puntual a lo largo de años, lo que seguramente ha hecho posible su supervivencia. En las últimas décadas ha sufrido un cambio importante, y aunque los deterioros de un bosque son muy lentos y progresivos, la pérdida de suelo, la inexistente regeneración (no hay brotes) por la compactación del suelo y la cogida masiva de las semillas (castañas) y la proliferación de caminos en la reducida extensión del bosque que sí pueden servir de indicadores del deterioro del mismo. El paso continuo de ganado, trabajos silvícolas con maquinaria pesada y la gran masificación turística amenazan su supervivencia como bosque, al alterar grave y sustancialmente las condiciones que necesita su frágil y singular ecosistema para sobrevivir, y están llevándolo a convertirse en un mero espacio de esparcimiento, haciendo que este bosque autóctono pierda irremediablemente la biodiversidad que ha salvaguardado durante milenios, como llevan años advirtiendo desde el mundo científico.