Fue levantado sobre una antigua construcción romana. Los elementos más antiguos que posee son las murallas, atribuidas al periodo en que Morón fue un reino de taifas durante el siglo XI, aunque fueron remodeladas en el siglo XVI al igual que la torre del homenaje también de esta época.
El castillo árabe, situado en una colina con una vista espectacular, perteneció a la Orden de Alcántara, entre los siglos XIII y XV y al finalizar la Reconquista, acabó convertido en palacio fortaleza por los duques de Osuna en los siglos XV y XVI.
El conjunto sirvió al ejército de Napoleón como fortín en la batalla contra las tropas de Ronda, en 1810, pero en su huida lo bombardearon para evitar que otros lo utilizaran después.
La Guerra Civil contribuyó también al deterioro de sus muros de tapial y cantería y, durante la posguerra, sus murallas cobijaron hasta 111 familias hacinadas en chabolas.
Se sitúa, en un cerro elevado para dificultar el acceso. A lo largo de todo el edificio proliferan las torres, cuadradas y macizas. En la parte central se alza la torre del homenaje, de mayores dimensiones que el resto. Sus defensas se completan con una cerca que bordea el recinto.
La torre del homenaje, llamada Torre Gorda, es uno de los elementos más importantes del edificio, se sitúa en la parte central del mismo y sus dimensiones son superiores al resto, destacando además el grosor de sus muros. Se encuentra bastante deteriorada, y le faltan algunos de los pisos.
Durante un periodo, la fortaleza sirvió de residencia a los nobles, adaptando sus viejas funciones a las nuevas. Así, poseyó estancias y salones de enorme riqueza, con mármoles, artesonados, etc.. Estas dependencias son lo más reciente del castillo. Además del castillo, existían casas, calles y restos de una antigua iglesia.
Uno de los aspectos más curiosos de este castillo son las distintas funciones que ha tenido a lo largo del tiempo. Por ser frontera entre Cádiz y Sevilla, fue una de las plazas defensivas de mayor importancia de la zona. Sin embargo, con el tiempo sirvió de residencia nobiliaria, sustituyendo los elementos defensivos típicos por los residenciales.
Gracias al grosor de los muros, la fortaleza se ha mantenido a lo largo de los siglos a pesar de los avatares sufridos a lo largo de la historia.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español
El castillo se mantuvo habitado durante mucho tiempo, por lo que su estado se cuidó bastante. Luego fue abandonado, y con la llegada de las tropas francesas, durante la guerra de la Independencia, se produjo su deterioro total, ya que algunos de sus muros fueron destruidos y muchas obras de arte se perdieron.
El castillo o lo que queda de él se está deteriorando por falta de inversión en su mantenimiento. El gran muro que separaba la Alcazaba en el área occidental y la ciudadela se voló a mediados del siglo XX para la construcción de un depósito de agua. Por otro lado, también se han hecho construcciones modernas en el castillo sin respetar los restos arqueológicos. En algunos casos incluso se ha llegado a tapar parte de la construcción destruyéndose de esta forma parte de la misma.
2014
Un escenario del siglo XIII. El País, 30 de abril
Bibliografía:
Castillo de Morón de la Frontera. Blog Andalucía Rústica
Castillo de Morón de la Frontera. Castillos.net
Castillo árabe de Morón. Blog Trotones.