El castillo es de origen Omeya aunque los restos que conservamos en la actualidad pertenecen al siglo XIII.
Alfonso VII conquistó el castillo de Alhambra a mediados del siglo XII y Fernando II lo dio a la Orden de Monte Gaudio, donación que confirmó después Alejandro III en 1180. Tras la batalla de Alarcos, en 1195, los cristianos perdieron el castillo ante el empuje bereber, pero en 1212 fue recuperado por Alfonso VIII después de la batalla de las Navas de Tolosa. Dos años después, en 1214, el monarca lo entregó a la Orden de Santiago. Posteriormente, buena parte del alfoz de Alhambra pasó a posesión de la Orden de Calatrava y el resto a la de San Juan. Con el tiempo, el territorio perdió importancia estratégica en beneficio de otros entornos y fortalezas, iniciando su progresiva ruina.
La planta poligonal del castillo de Alhambra tiene 14 lados que conforman un óvalo que mide, según el perímetro de sus murallas, alrededor de 100 metros. Carece de foso, pués la fuerte pendiente del cerro sobre el que se asienta lo hace innecesario.
Se conservan también casi todas sus cortinas, con saeteras abiertas en todas las caras externas y los apoyos empotrados de las desaparecidas vigas. También se conserva el arco de la puerta principal, en recodo, con bóveda de cañón y numerosas marcas de canteros, y el camino cubierto que llegaba hasta el castillo.
BIC
Ruinas abandonadas.
Progresivo deterioro por abandono.
Enlaces
Castillo de Alhambra.Wikipedia.
Castillo de Alhambra. CastillosNet.
Declaración como BIC
Bibliografía
Herrera Casado, A. Castillos y Fortalezas de Castilla-La Mancha, colección Tierra de Castilla-La Mancha, 1, Ediciones AACHE., pp. 51-54. Guadalajara, 2003
VV.AA. Castillos de España, volumen II, editorial Everest, S.A., pp. 690-691. León, 1997.