Las primeras noticias históricas que se asocian al castillo de Cadrete se remontan a la campaña de asedio de la ciudad de Zaragoza que el califa Abd al-Rahman III llevó a cabo durante los años 935 y 936. Durante los días que permaneció sitiada la capital parece que el cuartel general estuvo situado en este castillo y sus primeros tenentes fueron Ahmad ibn Ishaq al-Ourasi y Muhammad ibn Said al-Mundir al-gurasi. Se ponía así de manifiesto el valor estratégico que tenía la fortaleza como baluarte defensivo.Un siglo después, el castillo pasó a formar parte de la defensa de la Zaragoza taifal aunque no se menciona entre los castillos reconquistados por Alfonso I el batallador en 1118.
Tendremos que esperar hasta 1213, cuando el castillo y la villa de Cadrete serán vendidos por el rey Pedro II de Aragón a Pedro de Navascués y los suyos. Unos años más tarde, en 1289, la fortaleza volverá a estar en manos del rey de Aragón y Alfonso III demostrará su valía al confiársela a su embajador y Justicia Juan Zapata, y valorarla en 6.000 maravedises de oro. Tras la muerte de Juan Zapata el castillo pasó a manos de un pariente suyo, quizá su hijo, llamado Miguel Pérez Zapata. Este personaje fue general de los ejércitos de Pedro IV.
A finales del S. XIV el castillo pasaba a manos del clero lo que produciría el abandono paulatino de su actividad militar. A partir del S. XV, según un acuerdo entre el monasterio de Santa Fe y el concejo de Zaragoza, el castillo de Cadrete podría ser ocupado por jurados o ciudadanos de Zaragoza en caso de guerra o alteraciones en contra de esta ciudad.
El castillo se encuentra en un cabezo inexpugnable, rodeado por sus tres cuartas partes de acantilados de 70 m de altura, accesible por el lado Sur. Su eje mayor de unos 200 m. es perpendicular al de la sierra. Las dimensiones del mismo son de 45 m de largo por 20 m de ancho. Detrás del recinto, justo debajo del muro que rodea la torre continuaba el promontorio rocoso y se practicó un foso de unos 3 metros de profundidad excavado en la roca virgen. Al otro lado de este foso se modeló un enorme montículo de tierra de aspecto piramidal. A un nivel inferior, se pueden seguir los escasos cimientos visibles de otro recinto mucho más amplio que el anterior, que termina con una barrera de saeteras descolgada a unos metros del caserío. Sus medidas aproximadas son de 75 m de largo por 45 m de ancho. Las estructuras del castillo están realizadas a base de encofrados de argamasa, piedras irregulares, ladrillos y tejas. De especial interés resulta el forrado de las torres por un segundo muro que en Cadrete se conserva parcialmente. Otro aspecto constructivo de gran importancia, pero en este caso único en Aragón y seguramente en la península, es la decoración interior de la tercera planta de este castillo. Se trata de un marco de lacerías que recorría la parte superior de las cuatro paredes realizado en yeso. La torre es de planta cuadrada de argamasa y piedras irregulares, con tres plantas y siete saeteras prismáticas.
BIC
La alcaldesa de Cadrete y el ministerio de Fomento firmaron en diciembre 2010 un convenio para la consolidación y restauración de los restos del castillo. Adjudicada la obra en febrero de 2011. Obra terminada en mayo 2012. SE RETIRA DE LA LISTA ROJA.
Se han llevado a cabo obras de restauración.
Degradación progresiva. Riesgo de desplome.