El castillo se encuentra en el término municipal de Granera, perteneciente a la comarca del Moyanés, en la provincia de Barcelona, España. Se tiene constancia de su existencia desde 971, documentado como castrum de granito cuando entonces pertenecía al condado de Manresa. De jurisdicción real, en 1023 la condesa Ermesenda de Barcelona lo ofreció a su hijo, Berenguer Ramón I, como garantía de paz. Dos años más tarde la misma condesa lo infeudó a favor de Wifredo de Balsareny, o bien de su hijo Bernardo Guifré. Este último lo legó en 1046 a su sobrina Guisla, a través de la cual pasó a la casa vizcondal de Barcelona. A finales del siglo XII los vizcondes barceloneses lo cedieron a Albert de Castellvell, pero al poco tiempo recuperaron el dominio. Ya en el siglo XIII fue infeudado de nuevo. En 1375 tomó posesión Pere de Planella, consejero real de profesión. El rey le vendió el pleno dominio, jurisdicción y derechos de la fortaleza. Perteneció a la familia Planella hasta finales del siglo XVI, cuando fue vendido a los Despalau. En 1642 María de Despalau lo vendió a Jacinto de Sala y Cervera. Se convirtió entonces en sede de la baronía de Granera por concesión de Felipe IV. Posteriormente castillo y título pasaron de nuevo a los Planella, luego a los Amat y más tarde a los Castellbell, siempre por alianzas matrimoniales. Actualmente, este título nobiliario está en manos del Marqués de Castellbell, como el resto de baronías mencionadas.
El castillo de Granera es de planta irregular, adaptada al relieve de la roca donde se asienta, con elementos constructivos muy interesantes como unos arcos en gradación construidos para sostener el muro en la irregularidad de la roca que actúa de basamento. Los muros están compuestos por sillares regulares unidos con mortero de cal, y conservan fragmentos de una obra más antigua con paramentos de opus spicatum. La parte oriental, donde se encuentra el arco de entrada, es obra del siglo XIV. En cambio, en el sector noroccidental hay numerosas muestras de siglos anteriores. Los restos del interior remiten a un castillo renovado ya en la Edad Moderna; en este sentido destaca la capilla de Santa María, del siglo XVII.
BIC
En la década de los setenta del siglo XX se hizo un intento de reconstrucción para transformar el conjunto en una hospedería, pero no prosperó. Pese a todo, se rehízo una parte del sector norte. Más recientemente los actuales propietarios han consolidado parte de la estructura (que no obstante continúa en ruinas).
En ruinas. Se conservan la torre, las murallas y otras dependencias. Abandonado e invadido por la vegetación.
Deterioro progresivo a causa de la invasión de la vegetación y el expolio.
Bibliografía
Català i Roca, P. y Pladevall, A. «Castell de Granera», en Els Castells catalans, vol. V. Barcelona: Rafael Dalmau Editor, 1960.