La posición estratégica del monte de la Atalaya era ya conocida desde la Baja Edad Media. Tenemos noticias de esta utilidad como atalaya cuando el 4 de mayo de 1561, desde el puesto de vigilancia del monte del Atalaya se alerta del desembarco en la Algameca de 1.800 soldados otomanos, acudiendo el marques de los Vélez que derrota a los invasores en las cercanías de la rambla de Benipila. Más tarde en 1706 durante la Guerra de Sucesión, la ciudad estaba ocupada por los ingleses en nombre del archiduque Carlos de Austria. Como necesitaban asegurar la posición adquirida en el reino de Murcia, levantaron dos fuertes en dos puntos estratégicos; el castillo de la Atalaya y el castillo de San Julián, que defendería la bocana del puerto.
El actual castillo fue proyectado por los ingenieros militares Pedro Martín-Paredes Cermeño y Mateo Vodopich como parte del plan de fortificación de la ciudad como base naval. En febrero de 1776 comenzaron las obras, acabándolas en junio de 1778. El castillo contaba con 18 cañoneras y la posibilidad de instalar a barbeta otros cinco cañones, y tenía capacidad para albergar 200 hombres.
Durante la Guerra de Independencia este castillo junto al de Galeras fue base del ejército inglés, siendo Cartagena quien abastecía de armamento al resto de ciudades en lucha contra el invasor. Cuando el general francés Soult desplegó su primera batería de cañones para sitiar y tomar Cartagena, en pocos minutos la artillería del Atalaya los aniquiló, desistiendo los franceses de volver a atacar la ciudad. Cartagena fue, junto a Alicante y Cádiz, las únicas ciudades no tomadas por las tropas de Napoleón. El 4 de noviembre de 1823, después de ser detenido y preso el general Riego y proclamado Fernando VII como rey absolutista, Torrijos, que lleva meses sitiado y acantonado en Cartagena, negocia la rendición de la ciudad a las tropas francesas de los Cien Mil hijos de San Luis. Ese día se entregan a las tropas francesas los castillos de San Julián, Moros y Atalaya. 21 años después, Cartagena es sitiada nuevamente. El día de san José de 1844, durante la noche, las tropas del general Roncali toman el barrio de San Antón, haciendo trincheras y defensas. Por la mañana son barridos por el fuego del castillo del Atalaya a la vez que las tropas salidas de la ciudad reconquistan la posición. Pero es durante la Revolución Cantonal cuando el castillo del Atalaya adquiere su mayor protagonismo, los cantonales lo rebautizan como «El Castillo de la Muerte», dada su importancia estratégica y su certera puntería. Durante los seis meses de vida del Cantón de Cartagena, este castillo realizo 2.039 disparos con sus 24 piezas.
El castillo del Atalaya fue un baluarte inexpugnable, prueba de ello es que el 5 de enero 1874, después de cuarenta días de asedio, las nuevas baterías de obuses de los centralistas consiguen hacer blanco por primera vez en en él y en el castillo de Galeras. Durante la Guerra Civil Española, la ciudad quedó en manos del bando republicano y el castillo fue utilizado por el Servicio de Información Militar.
El castillo se eleva a una altitud de 242 metros sobre el nivel del mar y fue edificado siguiendo los parámetros del neoclasicismo ecléctico de la Escuela española afrancesada.
Su planta se constituye como un trapecio isósceles, con cinco baluartes por cada uno de sus vértices más otro añadido en la parte sur, y rodeado por un foso con su correspondiente contraescarpa con cercado excepto en el sector que da a la ciudad. La entrada a la fortaleza se encuentra en el bastión central de la parte sur. Una vez atravesada la puerta se accede a un vestíbulo, que a través de un desaparecido puente levadizo llevaba a la explanada de la primera planta. Es en este nivel donde se hallan las estancias abovedadas donde vivía la guarnición, las almenas que protegían a los artilleros del fuego enemigo y un aljibe. Por último, una también extraviada escalera de caracol conducía a la azotea.
BIC - En la categoría de Monumento, con fecha 7 de agosto de 1997.
2015. De acuerdo y en colaboración con la Jefatura de Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia, informamos sobre las actuaciones del Gobierno murciano sobre el castillo:
Los daños son escasos. Se ha enviado escrito desde la D. G. de Bienes Culturales instando a la conservación. Existe un proyecto redactado por Hacienda.
2014: El gobierno planea realizar obras de acondicionamiento para rehabilitar el inmueble.
En 1973 se contempló por parte del Ayuntamiento hacerse con la propiedad del castillo para instalar un parque, pero tras un fugaz paso por los plenos municipales y la Prensa, la idea durmió hasta que en junio de 2014, de nuevo ha aparecido en Prensa la idea de cambiar el castillo a titularidad municipal.
Abandonado y en progresivo deterioro, habitado por indigentes y totalmente expoliado, habiendo desaparecido tanto los cañones como escaleras de piedra. Varias son las asociaciones y los vecinos que se han hecho eco del estado de deterioro del edificio. Se observan pintadas y otros actos vandálicos en sus muros.
Mayor degradación y daños. Expolio y vandalismo.
2022
La Atalaya de Cartagena se deteriora sin freno por el vandalismo y la falta de inversiones, La Verdad, 3 de mayo.
2017
La consolidación del Castillo de la Atalaya para evitar su ruina comenzará en otoño. La Verdad. 21 de junio
2014
El Gobierno proyecta arreglos en el castillo de la Atalaya y su cesión al Ayuntamiento, La Verdad.es, 29 de junio.
Enlaces
Castillo de la Atalaya, Wikipedia.