Se levantó inicialmente la torre medieval como puesto de vigilancia y atalaya defensiva del enclave, así como de la explotación agropecuaria allí llevada a cabo, de la misma manera que acontecía en otros muchos de los cotos, fincas y dehesas que las familias nobles asentadas en la urbe cacereña desde la reconquista cristiana definitiva de la comarca, se repartían al sur de la localidad. Una vez la torre bajo titularidad de los Aldana, ampliarán éstos el conjunto durante los siglos XV y XVI con dependencias que circundarían la atalaya original, a modo de simbiosis entre fortaleza y casa-fuerte, convirtiéndose de tal manera el que fue torreón exento en la torre del homenaje del denominado por tal como Castillo de la Torrecilla de Lagartera, englobado el mismo dentro del grupo de castillos y fortalezas dependientes de Cáceres ubicados en las cercanías de la vega del río Salor, junto al de Zamarrillas, el del Cachorro, o los de las Herguijuelas. Tras el cese de las hostilidades entre los linajes cacereños a partir del reinado de los Reyes Católicos, se levantará en las cercanías del Castillo de la Torrecilla de Lagartera, a los pies de la colina donde éste se asienta y zona más llana, la conocida como Casa de Lagartera, ampliada con los siglos para acoger no sólo a la familia posesoria, sino también a trabajadores y jornaleros, engrandecida no sólo la vivienda principal, aún en uso, sino construyéndose además inmuebles vinculados a la explotación, de tal manera que llegará a denominarse al conjunto de edificaciones como Aldea de Lagartera. El progreso de la misma supondrá, sin embargo, el abandono del castillo y posterior ruina de este monumento, fabricado en consonancia con la geografía del lugar a base de sillarejo y mampostería graníticas, reforzada con sillares en esquinas, puertas, vanos y aspilleras.
La torre, ubicada en la zona central del flanco norte del castillo, almenada y con cuatro balcones repartidos entre los puntos medios superiores de cada uno de sus muros, posibles matacanes, permitiría el acceso a su interior, abovedado gracias a varios arcos escarzanos que sostendrían las plantas de que se compondría la atalaya, a través de dos puertas adinteladas abiertas en los lados sur y oriental. Rodeado el torreón primitivo por las dependencias de la casa-fuerte, a excepción del flanco norte, que permanecería formando parte de la portada del castillo, se entraría al conjunto a través de dos portadas, una a cada lado del torreón. La puerta oriental, a la izquierda de la torre y principal, presentaría un arco de medio punto sobre el que lucen siete ménsulas que sostendrían una balconada, a la que se podría acceder por un pequeño adarve cuyas escaleras aparecerían una vez traspasada la entrada y el segundo arco que conforma la misma, escarzano. En la sección oriental del castillo se mantendrían lo que posiblemente fueron dependencias residenciales, de doble planta e interior estucado, con vanos abiertos a los flancos este y norte, manteniéndose los asientos corredizos ubicados junto a este último. En la esquina suroriental, una nueva estancia unida a las residenciales daría paso a un pequeño torreón de planta circular, que vigilaría el flanco sur del inmueble. En el lado occidental del castillo, dejando atrás las pequeñas dependencias que constituirían el lado sur del mismo, encontraríamos lo que posiblemente fueron cuadras o almacenes de la fortaleza, de planta doblada y tejado inclinado, con puerta de arco escarzano como acceso a la misma, abierta a la derecha del torreón primitivo.
BIC
Monumento en completo abandono y ruina; la torre del homenaje ha perdido parte de su almenado, así como las ménsulas que sostendrían sus balcones/matacanes, conservándose en su interior los arcos y techumbre que cubren la planta baja, habiendo desaparecido la escalera de subida así como el resto de fábrica de plantas superiores del edificio; las restantes dependencias del castillo han perdido por completo su techumbre, así como las de las plantas en que se dividían las mismas, habiéndose igualmente desprendido la fábrica pétrea superior de algos de sus muros, incluyéndose parte del balcón que corona la portada nororiental del castillo, así como sillares de ésta y porciones de la escalera de subida al mismo.
Gran deterioro y posible desaparición paulatina del monumento a través de las inclemencias del tiempo; gran riesgo de desplomes del material pétreo de composición, posible derrumbes de muros, así como de la bóveda que permanece en pie en el interior del torreón.
2017
Derrumbes en el castillo de Lagartera. El Periódico. 9 de diciembre
2014
El Castillo de la Torrecilla de Lagartera se desmorona. El Periódico. 8 de septiembre