Erigido durante la Reconquista como punto de defensa del río Tajo. Debió ser construido por los Templarios, a quienes cedió la villa Alfonso VII, haciendo de él y de sus dehesas inmediatas la más importante encomienda de la Orden en Castilla. En el año 1308 volvió a manos de la Corona, siendo donado por Alfonso XI a Don Alfonso Fernández Coronel. Enemistado éste con Pedro I el Cruel, el edificio fue reformado y se le añadieron nuevas defensas. Después de la ejecución de Fernández Coronel, el castillo fue cedido a Doña Beatriz, la hija ilegítima de Pedro I. Tras de un pintoresco episodio, en el que Juan II quedó sitiado en el castillo por los secuaces del infante Don Enrique en diciembre del año 1420, pasó el estado de Montalbán (La Puebla, Villarejo, San Martín y Menasalbas) a don Álvaro de Luna y, cuando éste murió, a su viuda, que lo habitó en algunas ocasiones. Bajo el reinado de Enrique IV el castillo fue adquirido por su valido, Don Juan Pacheco, y desde él viene transmitiéndose a sus sucesores.
Es el más robusto, extenso y fuerte de todos los castillos de la provincia de Toledo. En su interior se conservan restos de la fortaleza musulmana anterior, que era de planta cuadrangular y mucho más pequeña, y que fue abandonada con la caída de Toledo. El recinto se cubre por cuatro torres, de las cuales las de los extremos son rectangulares mientras que las otras dos son albarranas, de planta pentagonal muy saliente. La fachada sur da a un terreno llano, de modo que es aquí donde se concentraron todas las defensas posibles. En primer lugar había un ancho foso que unía las torrenteras, y a continuación un torreón semicircular bajo, almenado y con saeteras, que hacía las veces de coracha. Éste prolonga la barbacana exterior, que también tiene almenas y aspilleras en piedra caliza. Desde ésta y por tres puertas, y una poterna, se llega al espacioso camino de ronda que rodea casi la mitad del edificio principal. Al interior del castillo se accede por dos puertas protegidas por enormes torres albarranas de planta pentagonal, con esbeltos arcos apuntados que sobrepasan los 10 metros de altura en la clave, y tres postigos muy disimulados. Fueron construidas con mampostería y ángulos de sillares que conservan numerosas inscripciones lapidarias, como por ejemplo la estrella de David. En el interior, cuyo recinto se conserva completo, hay dos silos o cisternas subterráneos de gran capacidad. La parte que da al precipicio es más débil, ya que está protegida por éste, y fue construida en algunos de sus tramos con tapial, por lo que se ha perdido el coronamiento.
BIC
En degradación progresiva por abandono.
Deterioro progresivo, desprendimientos y hundimientos, expolio.
2018
Se reanudan las visitas al castillo de Montalbán tras acondicionarlo. ABC. 23 de abril
2017
SOS por el estado del castillo de Montalbán. ABC, 27 de marzo
2015
12.000 firmas para evitar el derrumbe del castillo de Montalbán. Europa Press, 23 de mayo