Castillo que perteneció a la Orden de Santiago, a don Juan Manuel y el Marquesado de Villena en el siglo XIV, y a los Reyes Católicos en el siglo XV. Dio origen a la aldea de Santiago de la Torre y la ermita que lo circundan.
Su origen es una torre de gran altura de planta rectangular (con un posible recinto contiguo) con esquinas en piedra de sillería, pequeñas ventanas geminadas y ajimezadas, saeteras y una primitiva entrada en altura bajo un arco apuntado adovelado. Posteriormente se ampliaría con tres pisos de estancias adosadas a una muralla exterior en forma de L, con 5 cubos de sección cilíndrica dotados de aspilleras y troneras circulares, y rematada por una cornisa de matacanes ciegos y adarve almenado. Posee dos accesos principales en la fachada este (destacando un arco de medio punto bajo un matacán en voladizo sostenido por cinco filas de ménsulas) y un portillo en la cerca occidental. El castillo fue modificado internamente en el siglo XX para convertirlo en casa de labor, y sufrió el desafortunado añadido de parte del almenado en sus caras N y O, además del remate moderno de dos de los cinco cubos. A pesar de conservar más del 80% de su fábrica exterior, ha sufrido un gran deterioro en las dos últimas décadas por causas de abandono, expolio y vandalismo: el interior está totalmente arruinado, con la torre del homenaje convertida en palomar; la muralla externa tiene numerosos vanos de ventanas y puertas modernas; desapareció gran parte del adarve con sus elementos defensivos; y en diciembre de 2011 se vino abajo un lienzo de muralla de 50 m².
BIC
2021– El Ayuntamiento de El Provencio adquirió la propiedad de algo más del 70% del inmueble. El 1 de marzo comenzó la primera de dos fases de restauración. Esta Fase 1 está financiada por la Diputación de Cuenca.
Ruina progresiva.
Ruina total por abandono, expolio y vandalismo.