Conjunto monumental Iglesia de San Saturnino y Ermita de Nuestra señora del Campo

PATRIMONIO RELIGIOSO, Iglesias y capillas

Información general

Historia:

En lo alto de la colina presidiendo la entrada a Carrias se encuentra la iglesia de San Saturnino, aunque de origen posiblemente románico ha sufrido numerosas reformas, entre ellas la portada renacentista del siglo XVI.

A escasos metros se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Campo que fue construida entre los siglos XI y XII. Probablemente sería el primer templo de la localidad y haría las funciones de parroquia e iglesia principal hasta la construcción de la iglesia de San Saturnino, más grande. Tiene anexionada una edificación y el cementerio, aún en funcionamiento. Ha sido reformada en sucesivas ocasiones por lo que hay muy pocos restos de su planta original.

Descripción:

La iglesia es una edificación de estilo románico, pero fue reformada en el siglo XVI, la planta es de cruz latina. Está construida en piedra basta y yeso, predominante de la zona, y revocada con piedra y masa. Se accede a ella a través de un pórtico de entrada en el lado sur considerado el elemento de mayor valor de la iglesia, es una portada de estilo renacentista plateresco con pilastras adosadas, figuras y motivos vegetales en su arco, rematada a los dos lados con medallones de los santos Pedro y Pablo. El interior albergaba tres retablos, uno barroco en el altar mayor del siglo XVIII con una imagen gótica de San Saturnino que ahora preside la actual parroquia del pueblo. Las otras dos naves, poseían en sus cabeceras otros dos retablos de estilo renacentista, de los que solo queda el testigo de su ubicación en la pintura de la pared: el de San Juan Bautista y el de Santa Catalina, ambos del taller del guipuzcoano Antonio de Elejalde, uno de los retablistas más importantes de la segunda mitad del siglo XVI en Burgos. Se conservan en el Museo del Retablo de Burgos. La iglesia también conserva una torre campanario que se mantiene en pie, pero con grietas y derrumbes que amenazan con su desaparición.
La ermita es una construcción románica, en la actualidad quedan muy pocos restos de la fábrica original, ya que durante su historia fue reformada y transformada en multitud de ocasiones. Permanece el pórtico románico, del cual apenas quedan las jambas y unos muy desgastados capiteles. También se conservan unos cuantos canecillos en el ábside en los que la erosión ha hecho mella. Es muy difícil, dado el deterioro y la transformación sufrida por esta ermita, hacerse una idea de cómo fue en su época de esplendor. En el verano de 1987, de madrugada, la ermita se incendió afectando el fuego a la techumbre y las paredes de la nave, siendo este el inicio de su decadencia.

Grado de protección legal:

Sin protección específica

Estado de conservación:

De la iglesia actualmente solo quedan bajo techo el brazo derecho del crucero, el coro y una crujía de la nave central. Tanto el crucero, como el ábside y la nave izquierda se han venido abajo. Ni siquiera se han sacado los bancos de madera, que siguen en el interior. También se ha caído la cubierta de la sacristía y parte del pórtico de entrada. La torre campanario se encuentra deteriorada y con amenaza inminente de derrumbe.

La ermita consta de una sola nave, derrumbada en parte en la cabecera. La portada se encuentra muy deteriorada. Quedan muy pocos restos de la fábrica original porque ha sido objeto de múltiples reformas.