A principios del siglo XVI los marqueses de Berlanga mandaron construir en este paraje la ermita de Santa María de Paredes Albas, nombre que también adoptó el convento franciscano que se adosó a ella entre 1633 y 1636, con varios terrenos contiguos donde se ubicaba la huerta y un estanque. A principios del siglo XX cerró sus puertas.
BIC
Se conserva la iglesia y restos de dependencias. En ruina progresiva por completo abandono.
Desprendimientos y hundimientos. Expolio.