Convento de San Francisco

PATRIMONIO RELIGIOSO, Conventos y monasterios

Información general

Historia:

El antiguo convento de San Francisco de Guadix y su iglesia aneja, fueron mandados construir por los Reyes Católicos en 1490 y constituyen las construcciones más antiguas de la Guadix castellana. Tras la capitulación y entrega de las llaves de la ciudad por el Zagal en 1489, fueron las órdenes dominica y franciscana sobre las que recayó la reconversión cultural y religiosa de la población accitana. De este modo, los primeros se asentaron en el arrabal de San Miguel, al oeste de la ciudad, de carácter popular y fuerte arraigo islámico. Los segundos lo hicieron sobre el antiguo Carmen y huertas del caudillo Hamete el Viejo, situadas entre la Morería y el barrio gremial, al este de la ciudad. Esta localización, en la que influyeron los también franciscanos obispo García de Quixada y cardenal Cisneros, benefició sobremanera a la orden al convertirse también el sector en hogar de la nobleza castellana, la cual hizo del mismo su centro religioso por excelencia. Así, amparado por el mecenazgo de familias tan insignes como los Barradas y Figueroa, el conjunto conventual fue un importante centro de influencia y riqueza artística durante los siglos XVI-XVIII. Este esplendor tocará su fin con la invasión de la ciudad por las tropas napoleónicas de Corbineau en 1810, la cual llevó a los frailes a alzarse en armas y a abandonar el recinto, que pasó a usarse como cuartel. El siguiente momento crítico llegó con las disposiciones de desamortización puestas en marcha durante el Trienio Liberal (1820-23) y culminadas por el gobierno de Mendizábal a través del Decreto de 30 agosto de 1836. Estas supusieron, tanto la definitiva exclaustración del convento y la disolución de la orden franciscana en Guadix, como la pérdida y fragmentación de lo que aún pervivía de su patrimonio artístico. Más tarde el convento fue subastado y adquirido por José María de Casas, magistrado de la Audiencia de Sevilla, quien lo cedió a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados para instalar un Asilo de Caridad en 1878. Durante la Guerra Civil, la función asistencial del convento fue respetada, mientras que la Iglesia se convirtió en taller de la Colectividad de Carpinteros de Guadix, dependiente de la U.G.T. Una vez concluida, el convento continuó su labor hasta el año 1982, en el que las religiosas se trasladaron a otro inmueble, quedando este abandonado hasta la actualidad.

Descripción:

El convento se adosa al costado este de la iglesia aneja y presenta un avanzado estado de destrucción, abandono y ruina. Fue adaptado y reconvertido en función de los diferentes usos que se hicieron de él a lo largo de la historia, lo que devino en la modificación sustancial de sus estructuras originales. No obstante, su núcleo se conserva prácticamente intacto en lo que a su organización original se refiere. Está construido fundamentalmente de ladrillo y se compone de un claustro de grandes dimensiones, con zaguán de acceso en torno al cual se dispone una doble galería de columnas bajo arcos de medio punto en el cuerpo inferior y rebajados en el superior. En algunas de sus estancias aún se conservan restos de pintura mural y de sus magníficos alfarjes y canes. Alrededor del convento existe un segundo espacio dedicado a huerta con estructuras contemporáneas e importantes modificaciones. Este espacio se comunica con el convento mediante un interesante atrio semicircular en su costado sur que aún se mantiene en pie. Pese al estado en el que se encuentra, la antigua magnificencia del lugar es aún palpable tanto por sus dimensiones como por el valor estético de su arquitectura y espacios.
El templo es de planta rectangular con una sola nave, tres capillas adosadas a su parte izquierda y una a la derecha, estando enfrentadas las dos más próximas al altar mayor a modo de transepto. Presenta rasgos estilísticos propios del gótico-mudéjar, aunque también incorpora elementos y recursos decorativos propios de otros estilos como el barroco. Sus elementos más sobresalientes desde el punto de vista histórico-artístico son las ricas armaduras mudéjares que la cubren y sus capillas laterales, que presentan diferentes concepciones y ornamentación como consecuencia de su evolución histórica y del gusto de sus diferentes patrocinadores.

Grado de protección legal:

La iglesia fue declarada BIC (R.D. 1983) el convento afectado por el entorno BIC del Conjunto Histórico de Guadix conforme al Decreto 377/2009, de 24 de noviembre.

Estado de conservación:

En cuanto al convento, este se halla completamente abandonado y ruinoso. Tanto las cubiertas como la galería superior del mismo han colapsado, destruyendo consigo los alfarjes y canes que constituían las techumbres. Además, algunos de estos canes aparecen burdamente cortados, evidenciando el expolio sufrido. Por otra parte, el claustro está invadido por una densa vegetación que impide el acceso al mismo, hallándose el resto del edificio inundado por basura y escombros.
En cuanto a la iglesia, esta fue afectada significativamente por el abandono y degradación del conjunto al que pertenece, por lo que se cerró al público pese a ser declarada BIC en 1983. Lo precario de su estado motivó una intervención en 2015 por parte de la Diócesis de Guadix y la Fundación Endesa sobre cubiertas, armaduras, sacristía e iluminación, aunque no rehabilitaron la torre, la casa del capellán ni las capillas laterales, que presentan lagunas en sus pinturas y están afectadas por la humedad y la pudrición.