«El convento trujillano de franciscanos descalzos alcantarinos, denominado de la Magdalena, se erigió en el año 1603 por frailes procedentes del monasterio de San Juan Bautista de la Viciosa (Deleitosa, Cáceres), fundado por San Pedro de Alcántara hacia el año 1559 y que desde el referido año 1603 habitarían los agustinos recoletos. Con motivo de la invasión francesa, sufrió la fábrica monacal trujillana grandes desperfectos y los monjes hubieron de abandonar el edificio, ya ruinoso, para refugiarse en casas particulares. Después del año 1817 habitaron un tiempo, hasta la exclaustración definitiva de 1836.» Reseña de J.M. García Mogollón citando a Juan Tena Fernández
Es un convento de grandes dimensiones, con tres plantas construidas a base de sillarejo, ladrillo en determinados puntos y sillares de granito en sus esquinas. El edificio consta de tres naves longitudinales con subdivisiones. La central, más cuadrada, podría ser un patio, que haciendo la función de claustro, serviría para distribuir el complejo.
Sin protección específica
El estado de ruina es tan avanzado que una de sus fachadas amenaza con derrumbarse. Carece de cubierta, han expoliado dinteles y pilares de los vanos lo que hace que su estructura haya perdido estabilidad. Las paredes internas se han perdido en gran parte, aunque en muchos puntos aún perdura la traza constructiva. Hoy en su interior hay animales.
El convento de la Magdalena forma parte del importante conjunto histórico-artístico del berrocal trujillano.
Enlaces
Una inmaculada del escultor salmantino Antonio de Paz e Trujillo (Cáceres). Dialnet. 1994-1995.
Bibliografía
Tena Fernández, J., Trujillo histórico y monumental, Alicante, 1967, pp. 281