Docks Comerciales del puerto de Valencia

PATRIMONIO INDUSTRIAL, Patrimonio industrial

Información general

Historia:

Los almacenes de mercancías, Docks Comerciales, son un destacado ejemplo del patrimonio industrial vinculado a la actividad portuaria del Puerto de Valencia, pues en él se centralizaba la llegada y salida de mercancías. Es uno de los proyectos más importantes del arquitecto Víctor Gosálvez Gómez (1888-1965).La ejecución de la obra estuvo a cargo de la Sociedad Coloma y Ribes, empresa constructora del arquitecto Demetrio Ribes y el ingeniero industrial Joaquín Coloma, especializados y pioneros en la utilización de hormigón armado en edificios civiles valencianos. Este nuevo material  resultaba más económico a la vez que permitía una mayor rapidez en la construcción. Además, no se utilizó únicamente para la estructura del edificio, sino también en elementos decorativos como ménsulas y basamentos.
El anteproyecto del edificio, redactado por Víctor Gosálvez y Gregorio Ibarreche, consideraba todas las necesidades para un adecuado almacenaje, logística y gestión administrativa de las mercancías. Se concibió una construcción formada por dos edificios separados mediante una calle de acceso, estando uno de ellos dedicado a la exportación y otro a la importación de productos. Se tuvo en cuenta su ubicación, la conexión directa con el ferrocarril o elementos técnicos para facilitar el almacenaje en el edificio como montacargas, grúas eléctricas y rampas móviles para elevar las mercancías a los pisos superiores, y así asegurar una eficiente distribución de las mismas. Igualmente, las mercancías se ubicarían en espacios con condiciones específicas de conservación, según su tipología y también se contemplaban sistemas de limpieza, alumbrado y emergencias contra incendios, entre otros aspectos.
Los Docks Comerciales se empezaron a construir en 1917, el proyecto original contaría con cinco plantas, de las que finalmente se ejecutaron solamente dos de ellas, que son las que se observan en la actualidad. Tras varios imprevistos, huelgas en la industria de la construcción y las consecuentes modificaciones, replanteamientos y reformas, se inauguraron el 1 de enero de 1920.

Descripción:

Se trata de un edificio de planta irregular, de carácter monumental en estilo racionalista con elementos modernistas, desarrollado en torno a dos patios, uno de ellos abierto, con cuatro fachadas, con remates curvos en las esquinas. La construcción de hormigón armado y ladrillo fue proyectada con planta baja, cuatro pisos y azotea, con esquinas curvas rematadas con torrecillas, que respondía a la imagen de solidez y contundencia propia de una visión del mundo empresarial y del progreso acorde con los inicios de un prometedor siglo XX. Finalmente, el proyecto inicial perdió varias de sus alturas, concluyendo la obra tras la finalización de las dos primeras.
Es un singular ejemplo de tipología de almacén, pues servía también para la realización de transacciones entre el puerto y particulares, teniendo una funcionalidad de almacenamiento y administrativa, siendo el único existente en la ciudad de Valencia.
El edificio tiene identificados más de cien impactos de metralla en sus fachadas exteriores, provocados por los diferentes bombardeos producidos entre la madrugada del 12 al 13 de enero de 1937 y el 22 de marzo de 1939, periodo en el que la ciudad fue sometida a más de quinientos bombardeos durante la Guerra Civil Española (1936 – 1939). El edificio supera, con creces, las marcas de metralla que tienen otros edificios en la ciudad tales como el Ayuntamiento de Valencia, la fachada barroca de la Catedral, la antigua iglesia de San Andrés, hoy San Juan de la Cruz, o diferentes edificios de la calle de la Paz. Por lo tanto, se trata del edificio histórico de Valencia que conserva el mayor número de huellas de impactos y marcas provocadas durante la Guerra Civil.

Grado de protección legal:

BRL en trámite

Estado de conservación:

Fue abandonado y cerrado desde el cierre de la discoteca Las Ánimas, en septiembre de 2015 tras decenas de inspecciones de la Policía Local que advertían de deficiencias en cuestiones como salidas de emergencia, licencias de actividad y regulación del sonido. Este fue el último uso que tuvo el edificio. Desde esa fecha no ha habido un mantenimiento y limpieza regular ni del interior ni del exterior del edificio, provocando que el edificio haya ido sufriendo un paulatino y constante deterioro que le ha llevado a una situación actual casi ruinosa, con cornisas que se desprenden y suciedad que se acumula tanto en el interior como en el exterior del edificio. Parte de estas cornisas, balcones, estructuras y resto de elementos arquitectónicos y decorativos presentan un alto riesgo de desprendimientos y caída a la vía pública debido a su mal estado de conservación. De hecho algunos elementos, como una balconada, molduras o trozo de hormigón armado ya han caído a la calle.