La muralla es el signo de identidad de Ávila, ciudad Patrimonio de la Humanidad, y constituye una referencia universal. Es el recinto medieval mejor conservado de España y el único recinto militar cristiano que se conserva en Europa tal y como se construyó. Uno de los mayores valores de este tesoro único del Patrimonio universal es la espléndida y espectacular visión que ofrece desde los exteriores de Ávila, visibilidad que se ha intentado mantener a lo largo de la historia. En 1993 asociaciones culturales abulenses se opusieron a la construcción de un nuevo puente sobre el río Adaja, por considerarlo un grave atentado contra el conjunto histórico-artístico de la ciudad. Por defender esta misma postura, la entonces directora general del patrimonio de Castilla y León, Eloísa Watenberg, dimitió de su cargo. Catorce años después, esta vez contando con todas las bendiciones de las autoridades que han manipulado a la opinión pública, se está perpetrando un nuevo, irreversible y mucho más grave atentado contra las murallas: la construcción de un enorme Centro Municipal de Exposiciones y Congresos entre el lienzo norte de la muralla y el río Adaja, precisamente donde la zona de protección se encontraba más limpia de toda perturbación visual. El Centro, en construcción desde 2006 y finalización prevista en 2009, tendrá fachadas de granito gris (la Muralla es de piedra amarillenta) y una superficie total de 19.800 m2, a los que hay que sumar otros 23.000 m2 de urbanización exterior y plaza de acceso y 21.000 m2 de aparcamientos exteriores. Todo un brutal desatino que pertubará y desvirtuará para siempre la bellísima y mundialmente conocida visión de las murallas. Sus promotores alegan que no ocultará esa visión, pero no cabe la menor duda de que lo hará de una manera impactante. En definitiva, una gran vergüenza para la imagen de conservación del patrimonio español.
Tiene un perímetro casi rectangular de 2.526 metros, 9 puertas, 4 postigos, 88 cubos o torreones y 2.500 almenas. La altura media es de 12 metros. Su fábrica es de hiladas de grandes piedras de granito de gran regularidad, casi como sillares, que ofrecen un magnífico corte exterior liso. Entre ellas abundan otras más pequeñas embebidas en argamasa. Además de la reforma de puertas y la apertura de otras nuevas durante los siglos XV, XVI y XVII, y de restauraciones como la de Felipe II en 1596, la muralla ha gozado de obras de restauración y consolidación a lo largo de los siglos XIX y XX, una de las más importantes y recientes en 1987. La puesta en valor de la muralla como monumento turístico visitable y su rehabilitación arquitectónica es el resultado de un esfuerzo permanente desde el siglo XIX.
BIC - Monumento histórico-artístico desde el 24 de marzo de 1884. No sólo el edifico está declarado sino que también su entorno se encuentra protegido.
La muralla está bien conservada pero el entorno exterior ha sido destrozado mediante múltiples construcciones inmediatas al monumento.
Se consuma el atentado urbanístico por el que entró en la Lista Roja
Atroz impacto visual del nuevo Centro Municipal de Exposiciones y Congresos, que destroza la vista histórica mantenida durante siglos. Múltiples urbanizaciones y construcciones demasiado próximas a las murallas.
Enlaces
Vista aérea del centro de congresos y las murallas, Google maps
Bibliografía
Informe de ICOMOS sobre la construcción de un parking y viviendas en la plaza de santa Teresa de Ávila.