La ermita o iglesia se hallaba en un pequeño barrio con una torre y tres casas con sus huertas, dos llosas, una castañera, la gran pradería de Cintul y una ferrería-molino. Será esta instalación hidráulica la que, al poco tiempo, habrá de dar nombre al barrio, pues si en el inventario mencionado se relacionan torre y casas como “los solares de la erreria”, ya a mediados del mismo siglo, en 1541, el conjunto se describía como “las torres casas, llanas altas y baxas con sus entradas e salidas e moliendas e huertas y aguas corrientes y estantes arboles de llevar fruto […] que se diçe el solar de la erreria de Cos; item mas toda la pradería que se dice de centul alla a dondestava ansi como el prado que se diçe de punmallupe según que esta zerrado”.
La ermita, hoy único elemento aparente de todo el conjunto edificado, constituye la fuente de información más antigua, al menos si damos por buenas las atribuciones de los especialistas, de naturaleza estilística: una fábrica inicial románica tardía, de los siglos XII-XIII, remodelada con posterioridad en manera gótica –especialmente en el ábside-, quizás hacia finales del XV. De poco más tarde de esta última fecha, es la primera referencia documental del asentamiento.
Templo construido en mampostería y sillares, de una única nave de planta rectangular que se cubría a dos aguas y un ábside cuadrado.
La entrada al templo está ubicada en el muro sur bajo un arco de medio punto con cimacio y guardapolvos lisos.
Los vanos de sus muros son bastante pequeños entre los que se encuentran ventanas germinadas y un pequeño rosetón calado en el muro sur del ábside.
En el oeste se levanta la espadaña con una sola tronera apuntada.
El ábside está cubierto con bóveda de crucería con nervios moldurados, clave tallada y plementería de sillar. Los nervios de la bóveda yacen sobre pequeñas columnillas con basas geométricas y capiteles simples y tronco – piramidales tallados con animales y vegetales.
En el interior, un arco triunfal apuntado y doblado, yace sobre dos columnas de basa con capitel geométrico que carece de decoración. A través de este se da paso al ábside.
Incluido en el Inventario General de Patrimonio Cultural de Cantabria como bien inventariado
Actualmente está en un estado lamentable. en la década de los años 60 aún mantenía un tejado y se usaba como cuadra. Hoy en día ha desaparecido dicho tejado y las paredes empiezan a agrietarse pudiendo caerse también la bóveda. Las tumbas medievales se encuentran dispersas por el prado y frecuentemente pisadas por las vacas de la explotación ganadera.
Abandono absoluto y posible caída de la ermita.
Bibliografía
A. Rubio Celemín, J. Ruiz Cobo. “Las iglesias medievales en las cuencas de los ríos Saja y Nansa (Cantabria)”. Sautuola, XVI-XVII, 2010-12, p. 305-306.
Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Reales ejecutorias, 2203-77.
Becerro: Libro famoso de las behetrías de Castilla. Santander: Librería de Fabián Hernández, 1866, p. 139.