Ya la nombraba Pascual Madoz en 1847 como Ermita de San Antonio Abab que es el nombre correcto y completo de la primera mitad del XIX, con lo cual llevaría cierto tiempo construida.
Los clamosinos la llaman escuetamente San Antonio y con una placa interior la reconocieron antaño: “Hermita de San Antonio”. En los bienes expropiados a la iglesia para la construcción del embalse de El Grado, figura como San Antonio.
Cierto es que Manuel Benito Moliner la denominó de San Antón, pero es el único que la nombra así además del SIPCA. Por otro lado él la consideraba fechable entre los siglos XII y XVIII, mientras que el SIPCA la sitúa en el XIX.
La clamosina Mercedes Pesqué informa de que en el día de San Antonio se celebraba la fiesta pequeña de Clamosa que se alargaba a dos días. Se hacía la misa en honor del santo, después la caridad y la subasta de los presentes que le regalaban, luego la comida en familia con los forasteros que venían a la fiesta y por la tarde y noche el baile en el salón del pueblo. Esto demuestra la importancia dada a esta ermita.
En 1965 se abandona Clamosa para la construcción del embalse de El Grado. En 1991 los miembros de la Asociación Creativa, desbrozaron la entrada y desescombraron y limpiaron de estiércol el interior.
Es una pequeña construcción realizada con bloques de mampostería de gran tamaño, revocados con mortero de cal y cubierta a dos aguas con teja. Tiene planta rectangular, con cabecera plana orientada al E. La portada se sitúa en el muro S, precedida por un pequeño pórtico abovedado con cañón y abierto únicamente al frente, y es en arco muy rebajado. Al interior cubre con bóveda de cañón corrido. Los muros están pintados con imitación de sillares. Adosado al muro de los pies hay un banco de obra, sobre el que se abre un vano cuadrangular. Sobre el banco se lee una inscripción que testimonia la instalación de un nuevo pavimento en el siglo XX («19.. «dos últimas cifras ilegibles).
Como describía Manuel Benito Moliner: en su interior destaca la pintura del delantealtar, que simboliza la eternidad celeste. Parámetros pintados en grisáceo imitando sillares. Pequeño retablo arrancado y desaparecido. Posiblemente fuera pintada por Jorge Barón, el mismo que decoró Nuestra Señora de la Esperanza de Clamosa.
Forma parte del entorno de protección del Castillo de Clamosa, B.I.C.-C.I.C.
Presenta un estado de total abandono, medrando árbol y abundantes arbustos en su tejado que hacen pasar casi desapercibida su espadaña. Exteriormente, abundante vegetación enraizada en todos sus muros. En su interior casi totalmente han desaparecido las pinturas y escritos murales. Mal estado del altar, con trazas de que se pudo intentar arrancar.
La ermita está incluida dentro del entorno de protección del castillo de Clamosa, BIC-CIC Zona arqueológica por disposición de la Orden de 17 de abril de 2006. El 22/08/2022 fue denunciada la omisión del deber de conservación del Patrimonio Cultural de Clamosa informando del muy precario estado en que se encontraba la ermita de San Antonio. A pesar que la Ley del Patrimonio dicta que «la Administración de la Comunidad Autónoma pondrá en conocimiento del denunciante las acciones emprendidas», este no obtuvo respuesta, ni se llevó a cabo acción alguna.
Enlaces
CLAMOSA Y SUS RUINAS. (Huesca). Mi infancia en Clamosa. Clamosinos expropiados
Clamosa. Turismo de Sobrarbe
Clamosa. Despoblados en Huesca
Clamosa (Huesca). Los pueblos deshabitados
Ermita de San Antón. Gobierno de Aragón, SIPCA